OPINION/Víctor Gijón
jueves 20 de noviembre de 2008, 12:58h
El presidente del PP, Ignacio Diego, no tiene otra salida que retirar la moción de censura que los concejales de su partido han presentado contra el alcalde de Villaescusa, Eduardo Echevarría. Al dirigente del PP o le han mentido o miente.
El presidente del PP, Ignacio Diego, no tiene otra salida que retirar la moción de censura que los concejales de su partido han presentado contra el alcalde de Villaescusa, Eduardo Echevarría. Al dirigente del PP o le han mentido o miente.
Pues bien, sea un falso o un ingenuo, si es un político de palabra el dirigente popular debería anunciar, mejor hoy que mañana, que no se dan las condiciones exigidas para seguir adelante con el relevo del alcalde socialista. Y es que la sucesión de hechos, de declaraciones y posicionamientos, que se produjo a lo largo de la jornada de este miércoles no deja lugar a dudas.
A media mañana Diego afirmaba que la dirección popular había autorizado la actuación de sus ediles en Villaescusa con una única condición: que los concejales regionalistas, cuyos votos son determinantes para que la censura prospere, contaran con la aprobación “expresa” de la dirección del PRC. Diego dijo que esa condición se daba y que los concejales del PRC en Villaescusa, le comunicaron que se habían entrevistado con Miguel Ángel Revilla, Guillermo Blanco y Fernando Fernández y que los tres habían dado su autorización.
No pasó una hora y el PRC, la dirección del partido, emitía un comunicado rechazando que la autorización para la censura se hubiera producido y precisando que tanto Revilla como los otros dirigentes del partido habían negado ”expresamente” la autorización a sus concejales en el citado municipio para votar la moción.
Respondió Diego con prontitud preguntando públicamente a los concejales regionalistas si le habían mentido, y adelantado una presunción: daba más credibilidad a los ediles que a la dirección del PRC y a su máximo representante, Revilla, secretario general del partido y presidente del Gobierno.
La contestación de los concejales interrogados llegaba por la tarde: “Nunca hemos dicho a Diego que teníamos autorización”. El tajante desmentido se acompañaba de la ratificación del comunciado de la dirección de su partido, precisando que sí se habían entrevistado con Revilla, pero que este “expresamente” les había negado la autorización para la censura.
Así las cosas, y desmontada la justificación principal para la autorización de la censura, al PP no le queda otra salida digna que donde dijo digo, digo Diego. Y que explique de paso qué cambia en la gobernabilidad o ingobernabilidad de Villaescusa, que es la coartada de la moción, el que la dirección del PRC apoye o no la acción censora de sus ediles a la hora de decir la postura del PP. Ago que sólo se entiende si lo que buscaba Diego y el PP no era soluciones para los supuestos problemas del municipio sino enredar y malmeter en la coalición de Gobierno.
Si (
No(
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