Hoy he preguntado a un compañero que qué hay de lo nuestro. Ya sabes, “lo nuestro” son los atrasos de la subida del 3,45% del salario de todo el año 2006 para los profesores de los Centros Concertados. Me dice que me olvide. Me dice que aunque estuviese pactada en Convenio y abonada esa cantidad por los Presupuestos Generales del Estado, tú, haciendo un gran esfuerzo, sólo darías un 2% de subida.
No está bien que el maestro se acostumbre a esas subidas. Me dice también que ya sólo quedas tú. Que todos tus colegas Presidentes autonómicos, desde Galicia a Valencia, desde Aragón a Extremadura, todos, han abonado al profesor de la Enseñanza Concertada, lo que recibieron del Estado, es decir, el 3,45%. Espe, ya sólo quedas tú. Así se hace.
Recuerdo tu sonrisa y tu voz emocionada cuando hablas del esfuerzo por la dignificación de la labor docente, de la libertad de enseñanza, de la igualdad de oportunidades, del sacrificio en la escuela...¡Qué bonito, Espe!
Suena el timbre y me tengo que ir a clase. Cuando vea a mis alumnos, pensaré en lo mucho que les quieres, el deseo que tienes de que sean felices, y que para ti, ellos son lo primero. Espero que no se me note, pero si me preguntan que por qué estoy triste, les diré que con el polvo de las obras se me ha metido una maldita mota en el ojo y que por eso lloro.
Pronto llega la primavera, con sus flores en mayo. Eso, en mayo florido, te lo prometo, también yo pensaré en ti. No se me olvidará. Entonces, también te diré con lágrimas en los ojos, lo mucho que yo te quiero.