El Servicio de Neonatología del Hospital 12 de Octubre mantiene aislados a 21 bebés, uno de ellos en estado más grave, por haber estado en contacto con la bacteria klebsiella pneumoniae, que causó la muerte de tres niños prematuros la semana pasada. Por la mañana eran 23, pero dos de ellos salieron por la tarde.
El subdirector médico del Materno-Infantil de este centro hospitalario, Javier Lareo, explicó que el niño más grave muestra "una evolución favorable dentro de esta gravedad" y que "por el momento no se ha confirmado infección por klebsiella".
Otros dos niños "están graves por patologías propias de su prematuridad" y en el momento actual "no se confirma ningún paciente infectado y este lunes se producirán altas de algunos de los niños ingresados", anunció.
"Lo definiríamos como una infección nosocomial por un germen muy virulento en la unidad de cuidados intensivos con pacientes críticos de muy bajo peso, prematuros, con alto nivel de inmadurez y que desgraciadamente ha producido el fallecimiento", explicó. El hospital ha adoptado una serie de medidas para control y seguridad que se mantendrán "hasta que el último niño aislado se vaya de alta a su domicilio". Así, se han establecido dos zonas estructurales totalmente diferenciadas: una para los niños que han estado en contacto con la bacteria y otra para los considerados "limpios".
Se han separado estrictamente los profesionales médicos y de enfermería, se han limitado las visitas de los médicos especialistas de otros servicios y se han restringido las visitas de los familiares, permitiéndose solamente el acceso a padres. El Servicio de Obstetricia ha sido avisado para que se trasladen a otros centros los embarazos patológicos y se han extremado las medidas de asepsia en la zona de paritorios.
Los niños fallecidos la semana pasada eran todos "niños muy prematuros, con muy bajo peso y nacidos antes de término, lo que implica que sus órganos internos no está maduros y, por lo tanto, complicaciones en su desarrollo que dificultan la supervivencia".
Padres afectados
Por su parte, Marcelo, padre de uno de los niños fallecidos, dijo en las puertas del hospital que "ahora por los medios de comunicación nos hemos enterado de que es una bacteria propia del hospital" y criticó que el gerente del centro "no asume la culpa y sólo dijo que no hay que culpar a nadie". "Sé que antes de mi hijo ya había muerto otro niño y que quince minutos después murió otro y que otro está muy grave ahora", agregó Marcelo.
La Jefe del Departamento de Neonatología del 12 de Octubre, Carmen Pallés, explicó que este tipo de bacterias "se aislan con relativa frecuencia en unidades de cuidados intensivos neonatales" y que "no es un hecho sorprendente".
Sin embargo, esta bacteria "tiene la particularidad de que es especialmente agresiva y ha desarrollado mecanismos de defensa frente a los tratamientos con antibióticos", causado precisamente porque en las unidades de cuidados intensivos de Neonatología se utilizan los antibióticos de forma masiva, ya que ingresan prematuros y niños con intervenciones quirúrgicas y "altísimo riesgo de infección".
Según Pallés, "los padres tienen abierto el paso 24 horas al día, de hecho han permanecido todo el tiempo que han deseado, no ha habido ningún tipo de restricción para que permanecieran al lado del niño y el niño tenía muy mal aspecto porque estaba muy grave y nosotros estuvimos peleando por él hasta el último instante que vimos que la situación era irreversible".
En ese momento, "como pauta de cuidados que tenemos en la unidad, en nuestro protocolo de actuaciones ofrecemos que el niño fallezca en brazos de los padres porque nos parece que ningún niño debe morir solo".
Se les ofreció a estos padres que el niño falleciera en sus brazos y se les dio el niño. Al padre entiendo que le pudiera parecer que el niño estaba muerto, pero no estaba, el niño murió en brazos de los padres", argumentó.
Los padres de dos de los bebés prematuros, ambos de origen ecuatoriano, que fallecieron en el Servicio de Cuidados Intensivos de Neonatología del Hospital 12 de Octubre a causa de una bacteria creen que la muerte de los recién nacidos "se podría haber evitado actuando con antelación".
MIentras, Miriam, la madre de un niño de 11 días que murió el 26 de febrero, relató su caso tras conocer a través de los medios de comunicación que otros dos recién nacidos habían fallecido a los cuatro días con síntomas muy parecidos. La madre aseguró que está estudiando "tomar medidas legales" contra el hospital por no haber actuado "tras conocer que el centro estaba infectado" por la bacteria conocida como klebsiclla pneumoniae.