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Marcial Maciel, Legionario de Cristo e impostor

viernes 06 de febrero de 2009, 09:10h

El fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, engañó a seis Papas: Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI. O si alguien lo quiere ver de otra manera: los seis últimos Papas encubrieron al fundador de los Legionarios de Cristo. Porque, desde los tiempos de Pío XII -que llegó a suspenderle a divinis durante dos años en la década de los 50- ya se sabía que Marcial Maciel Degollado, nacido en Cotija, Michoacán (México) en 1920, era un impostor.

La agencia de prensa internacional de los Legionarios (Zenit) desveló ayer la noticia -anticipándola al comprobar que no podía frenarla- de que su venerado fundador había tenido una amante en Europa y, por si fuera poco, un hijo o hija.  Siendo éste un nuevo escándalo en la vida de tal hombre, nacido en 1920 y muerto en enero del año pasado, no es el que debe estremecer de verdad a los Legionarios, a la Iglesia, o al mundo. En tal caso habría que cerrar innumerables órdenes, parroquias, obispados y palacios clericales extendidos por la tierra, sacando a la palestra a no pocos padres -de sotana y biológicos- que teniendo amantes o habiendo engendrado hijos, siguen como clérigos vigentes.

El gran escándalo, el gran crimen, es que abusó sexualmente de decenas -quizá centenares- de seminaristas a lo largo de 50 años, y un escándalo mayor es que la Iglesia nunca reconoció las denuncias de sus víctimas. Ocho de ellas -siendo ya ex Legionarios, y tras decenas de años de humillación y sufrimiento-, decidieron sacar a la luz su drama frente al silencio del Vaticano ante sus reiteradas querellas, a través de un periódico norteamericano, en 1996. Diez años después, en mayo de 2006, el antiguo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, ya Papa Benedicto XVI, se decidió a obligar al silencio y la meditación al gran impostor mexicano. Pero, ¡oh, hipocresía eclesial!, no a excomulgarle y suspenderle de nuevo por los crímenes cometidos con tantos adolescentes, crímenes muy bien tipificados en el Código de Derecho Canónico. Y convocar a las víctimas, que aún no han recibido ni una palabra de consuelo papal.

Los Legionarios de Cristo -organización a la que también pertenecen a titulo de socios numerarios importantes políticos, catedráticos y fortunas españolas- han negado siempre las denuncias por los abusos sexuales de su Fundador, aunque jamás han interpuesto querellas ni demandas contra las informaciones acerca de la pederastia de su líder, al que en los últimos años no han dejado de jalear para convertirle en un santo. En este “jaleo” tuvo mucho que ver el papa Wojtyla. “San” Marcial Maciel, ¡qué sarcasmo!” Pena por su amante y su inocente hijo o hija: es ya casi impensable que puedan rezarle en los altares.
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