En 1928 el actor Juan Santacana encargó a Fernando de la Milla una versión “moderna” de Hamlet, que estrenaron en el teatro Pavón ante el horror de la crítica de entonces, escandalizada por el uso de ropajes modernos. Las Naves de Matadero presentan hasta el 12 de abril un nuevo montaje sobre el príncipe de Dinamarca firmado por Tomaz Pandur. No sabemos cómo reaccionaran ahora crítica y público ante este revolucionario “Hamlet”, que encarna Blanca Portillo.
No es la primera vez que la actriz -¡qué capacidad de trabajo!- se mete en ambigüedades de género. En 1996 intentaba seducir con un juego de equívocos a María José Alfonso en “Mujeres frente al espejo”. Hace sólo cuatro años, en “La hija del aire” también interpretaba –en un doble juego- a un personaje masculino. Ahora riza el rizo y se atreve con un icono de los actores en todo el mundo.
Mariscal-Don Juan
Mediados los años cuarenta la actriz Ana Mariscal, pionera de tantas cosas, se atrevió a dar vida al Tenorio. Su osadía provocó hasta un juicio periodístico del que salió absuelta gracias, sobre todo, a Alfredo Marqueríe. Mientras que en el teatro clásico era norma que los personajes femeninos se interpretaran por hombres ante la prohibición que tenían las mujeres de actuar, el travestismo mujer-hombre nunca ha acabado de caer bien. Porque no se trata de personajes, como Don Gil, que cambian de sexo porque lo escribió el autor sino de hombres encarnados por mujeres.
Pareja de hecho
Blanca Portillo y Tomaz Pandur parece que han formado una pareja de hecho teatral. Tras “Barroco” se han unido nuevamente en compañía de un elenco que hará suspirar a muchos productores: Hugo Silva, Aitor Luna, Félix Gómez, Susi Sánchez, Asier Etxeandía, Manuel Morón... Todos arriesgan, incluso físicamente, mucho en esta propuesta que, estamos seguros, será cuando menos polémica.
Nadar y no mojarse
En una espectacular escenografía que incluye una gran balsa de agua, los actores evolucionan en un juego de planos al estilo cinematográfico: el coro se mantiene en el fondo y avanzan los actores a primer plano cuando tienen texto. Si quieren hacerse una idea de su esfuerzo, diremos que Portillo comienza boxeando con un saco de arena y sus compañeros aparecen totalmente desnudos en su primera escena. A partir de ahí deben integrarse en la propuesta de Pandur y transitar por las pasarelas entre el agua.
Y el texto
El texto de “Hamlet” es, aunque parezca una perogrullada, fundamental. O sea, que se reconoce. El director, entre sus osadías, juega con las edades emparejando, por ejemplo a la imponente Susi Sánchez con el joven Hugo Silva. Los demás personajes de Shakespeare giran siempre en torno a Hamlet-Blanca mezclando esfuerzo físico, sensualidad y violencia. Vayan descansados: el espectáculo dura tres horas y media. La polémica está servida.