Nunca hasta ahora ha habido tantas posibilidades de alternativa
La sensación de cambio ha estado presente en la sociedad vasca desde las pasadas elecciones generales de marzo de 2.008, en las que el PSE-PSOE logró un histórico 38% de los votos y ganó en los tres territorios vascos. Ese ha sido, junto al normal desgaste del PNV tras 28 años consecutivos de gobierno, el impulso que ha situado a López a un paso de la Lehendakaritza. También ayuda a afianzar las posibilidades de que se produzca una alternativa de gobierno la imposibilidad de las listas de la izquierda abertzale, D3M y Askatasuna, de concurrir a las elecciones, salvo que el Tribunal Constitucional les dé luz verde a una de ellas o a las dos. Pero el camino que aún queda por recorrer no es fácil y está repleto de obstáculos.
La crisis económica y sus efectos no ayudan ni a Ibarretxe ni a López
La situación económica y los datos que van goteando día a día no ayudan ni a Ibarretxe ni a López. Al primero porque la crisis golpea con fuerza al tejido industrial vasco y al empleo y, ante este panorama, es complicado convencer a los electores no convencidos de que el candidato saliente es el mejor gestor y tiene una varita mágica para aislar al País Vasco de los efectos de la crisis. Por el mismo motivo, a López se le habría acabado el efecto Zapatero, que tan buenos réditos otorgó a los socialistas vascos en las pasadas generales. Además, conscientes de que el ambiente no está para bollos, los del peneuve prácticamentehan desterrado del discurso de Ibarretxe las alusiones a su plan y a su consulta.

Los estrategas del PNV alimentan el fantasma del frentismo
Por el contrario, los estrategas de Sabin Etxea encienden la mecha del frente españolista PSE-PP, similar al que en el 2.001 encabezaron Jaime Mayor Oreja y Nicolás Rendondo Terreros, para tratar de aglutinar el voto nacionalista. Ante estas acusaciones, López ya fijó su preferencia por un gobierno solamente socialista con acuerdos puntuales con el resto de fuerzas para sacar adelante los grandes proyectos, al tiempo que insiste una y otra vez en la necesidad de los acuerdos entre diferentes y en defender las bondades de practicar la transversalidad en la política vasca.

Basagoiti se postula como único candidato para el cambio
El candidato del PP vasco, Antonio Basagoiti, a notable distancia ya de sus otros dos competidores, parece perder fuelle y se ve afectado por la tempestad que arrecia, en Madrid, contra Mariano Rajoy y el PP nacional. Basagoiti no quiere quedarse descolgado de la carrera y en los últimos días ha elevado el tono de sus críticas al PNV y al PSE. Les acusa de tener ya cerrado un acuerdo de gobierno continuista para no cambiar nada y se postula como el único candidato para el cambio, para un cambio real de hacer política y de gobernar en el País Vasco.
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Las quinielas para sumar 38 escaños son múltiples
Serán 15 días intensos, sin duda, los de esta campaña electoral. La expectación es mayor que nunca por lo incierto del resultados y todas las quinielas están abiertas: desde gobiernos monocolores de PNV o PSE; gobiernos bipartitos de PNV-PSE ó PSE-PP, hasta gobiernos multipartitos, en el que caben el tripartito que ha gobernado en los últimos años, PNV-EA-IU-Ezker Batua, o el “amontillado” que podrían formar PSE, EA, IU.-Ezker Batua y Aralar. También podrían formar gobierno, según los sondeos, PSE, PP y la UPD, de Rosa Díez. Lo dicho, todas las quinielas están abiertas. El veredicto lo dictarán los ciudadanos vascos el próximo 1 de marzo. Ese día ellos serán los únicos protagonistas, ellos nos darán la respuesta.
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