La columna de Gema Lendoiro: Requiem por Maleni

Yo tengo estudios, lo que pasa es que me falla mucho la memoria. Pero hay una frase que recuerdo de mi paso por la Universidad, de un tal Heráclito, filósofo griego para más señas, que viendo que el hombre no iba a cambiar nunca, pronosticó la frase: todo cambia, nada permanece. Y así es. No falla. Tenemos la versión patria en el refrán “no hay mal que cien años dure” y, efectivamente, también se cumple.

A estas digresiones he llegado pensando en Maleni. Sí, la ex ministra de Fomento. Yo soy una persona de sentimientos y de buen corazón y hoy pienso en lo que debe de estar haciendo ella. Sinceramente, creo que tiene que estar aburrida de cojones. Y (no seamos fariseos) el pueblo con su falta, también. Ya lo advirtió un día una diputada del PP: “No voy a pedir su dimisión porque es usted la alegría de la huerta”. Y lo era. Lo vaticiné en su día; ¿qué íbamos a hacer sin ella? Yo, particularmente, quedarme sin un tema del que escribir.

Sean sinceros y no me digan que no sonrieron cuando la ex ministra compareció para dar explicaciones del lío formado en el aeropuerto de Barajas y ella, como niña de siete años argumentó: Es que Barajas es muy grande. ¿Tenía o no razón? Se puede ser más complejo pero ella siempre habló para el pueblo y el pueblo no entiende de disquisiciones metafísicas ni de ingeniería aeronáutica. Barajas es grande. ¿Quién no se ha perdido en Barajas? Pues es que no lo haya hecho es porque no la ha pisado, así de claro.

"Cuido tanto hablar, el hablar, que hablo peor, porque si hablara como siempre he hablado pué y no quisiera hablar despacito para no saltarme determinadas terminaciones que me la sigo saltando y demá, pué me costaría menos porque pienso más rápido que estoy hablando y entonces se me va el hilo de la intervención".

Esto lo dijo para defenderse de los ataques sobre su acento. Y ella se explica como sabe, o como puede.

La ministra ahora debe de andar haciendo las maletas para irse a su Málaga natal. Si, como apuntaban algunos, Maleni se presenta a la alcaldía de la ciudad costera, que se vayan preparando en Lugo porque para ahí irá el turismo caso de que ella gane. Ni Marbella puede soportar que rija los destinos de la ciudad una muchacha como ella.

La verdad es que Zapatero se podía haber inventado un ministerio para ella y ya que estamos inmersos en esta crisis y darnos, ya que no pan, al menos circo. Pero no, nos ha puesto a Pepiño en su lugar que no tiene la misma gracia, dónde va a parar.

Desconozco si se van a montar más líos en Barajas, ni idea de si va a nevar o no, ni repajolera de si va a haber atascos en las carreteras, ahora bien, nuestro día a día va ser bastante más aburrido sin ella. Maleni, dónde quiera que estés, we miss you.