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El continente se enfría luego del contacto personal

Barack Obama propone un nuevo comienzo con Latinoamérica

Barack Obama propone un nuevo comienzo con Latinoamérica

lunes 20 de abril de 2009, 04:28h
Barack Obama sedujo a los mandatarios de las Américas basado en su carisma y contacto directo. Pese a que se anticiparon problemas políticos entre los asistentes, la Cumbre fue un éxito y se renuevan las esperanzas de un "nuevo comienzo" con EEUU.
La V Cumbre de las Américas dejó hoy la puerta abierta a una relación más pragmática y respetuosa entre Estados Unidos y el resto del continente, y con la asignatura pendiente del regreso de Cuba al sistema interamericano.

Los nubarrones políticos que precedieron a la cita continental por las advertencias de los mandatarios de los países miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) de no firmar la declaración final de Puerto España se disiparon nada más comenzar la cumbre.

Contrario a lo esperado, la cumbre fue marcada desde el inicio por un ambiente de cordialidad y de confianza entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el resto de mandatarios, seducidos por su personalidad, lo que permitió superar incluso las diferencias existentes en cuanto a los términos de la declaración final.

"Aprovechar esta oportunidad no será siempre fácil. Habrá desacuerdos, pero vamos a trabajar con nuestros respectivos equipos para alentar la puesta en marcha" de esta nueva relación y todo lo que conlleva, explicó hoy Obama, quien subrayó que a partir de ahora "lo importante son los hechos, no las palabras".

Por su parte, el presidente hondureño, Manuel Zelaya, anotó que Obama "ha venido a abrir una puerta de diálogo que no existía" y que de esta cita "América Latina ha salido con su dignidad en alto y Estados Unidos también".

Esa sensación de respeto mutuo permitió que la declaración final fuese finalmente firmada por el primer ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning, en nombre de todos los participantes, y no hubo vetos, sino la expresión de algunas reservas de Venezuela, Bolivia, Brasil o Argentina, por motivos tan diversos como Cuba, los biocombustibles o la crisis económica mundial.

Al término de la Cumbre, el presidente de México, Felipe Calderón, aclaró que la declaración se aprobó por consenso, no por unanimidad, al destacar que lo más importante fue el espíritu de franqueza.

"No habíamos asistido a una cumbre con tal nivel de franqueza y cordialidad. Existe un convencimiento general de que están puestas las bases para relanzar una nueva etapa, con más cooperación y entendimiento recíproco", señaló el mandatario, que calificó de "histórica" la reunión.

Pero más allá de los 97 puntos de que consta el documento final, y que abordan asuntos que van desde la seguridad pública hasta la gobernabilidad democrática, pasando por la prosperidad humana, la seguridad energética, la sostenibilidad ambiental y la seguridad pública, la Cumbre sirvió también para dar un giro a las difíciles relaciones de Venezuela con Estados Unidos.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, que saludó afectuosamente un par de veces a Obama e incluso le regaló un libro, guardó en Puerto España la retórica antiimperialista y anunció la designación del diplomático Roy Chaderton como nuevo embajador en Washington, con lo cual espera normalizar las relaciones bilaterales suspendidas desde septiembre pasado.

"Todo terminó como debía ser, el encuentro fue todo un éxito que derivó en un conjunto de compromisos tácitos y otros expresamente definidos", manifestó hoy Chávez.

Más explícito fue el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien anotó: "Los que pensaban que esto iba a ser una pelea y una gritería han salido defraudados; se ha notado un nuevo espíritu muy positivo".

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que se va de Puerto España "extremadamente sorprendido" por las cosas positivas que ocurrieron en la reunión ya que Estados Unidos y los demás países del continente crearon "una nueva forma de vencer las divergencias y debatirlas con madurez".

Queda pendiente, sin embargo, el caso de Cuba, sobre el cual la mayoría de los países del continente cree que debe zanjarse con el regreso de la isla a la OEA.

Insulza anunció que propondrá a la XXXIX Asamblea General de la OEA, que se celebrará los próximos 2 y 3 de junio en San Pedro Sula (Honduras), que debata la derogación de la resolución que expulsó a Cuba en 1962, aunque luego corresponderá a La Habana solicitar formalmente su reingreso.

Sin embargo, Cuba ya ha dado señales de que no le interesa volver a un organismo como la OEA, con lo cual el asunto debe seguir en la agenda continental, aunque varios mandatarios expresaron su esperanza de que la isla asista a la próxima Cumbre, cuya sede aspiran a organizar Colombia, Venezuela y Paraguay, entre otros.
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