México: todo vale para contener la gripe

Entendemos que las posibles pandemias hay que controlarlas, y en el caso de nuestro país hermanado México, con 103 muertes este lunes, la preocupación es enorme. Pero una cosa es tomar precauciones y querer contener la crisis y otra es echar por tierra garantías constitucionales básicas, como está sucediendo en este país. Y es que el Gobierno mexicano, para curarse en salud, y nunca mejor dicho, ha prohibido las reuniones, concentraciones, exposiciones en público, ir a las salas de cine, teatros... Entre todas estas, claro está, hay algunas que son superficiales y se puede prescindir de ellas, como algunas actividades culturales y de ocio. Pero las reuniones y concentraciones están prohibidas también, metidas en el mismo saco, y es algo básico en una sociedad democrática. Sobre todo cuando se tiene orden de detener a todo aquel que contravenga estas normas de urgencia ante la crisis sanitaria. De hecho, los efectivos sanitarios pueden entrar en domicilios sin más, convertidos casi en fuerzas de seguridad y policiales. Lo creemos excesivo porque ni siquiera esto puede justificar tales medidas.