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Los motores de la historia

viernes 08 de mayo de 2009, 18:26h
“Al que se encapricha de un coche clásico, la crisis no va a detenerle”, vaticina Abilio Caetano. Él, junto con otros 300 expositores han puesto a punto sus mejores joyas para el deleite de los coleccionistas y aficionados que se acerquen hasta este domingo a la XIV edición del Salón Internacional del Automóvil Deportivo y de Época.
El diminuto Isetta de Caetano atrae las miradas curiosas de todo el que transita por la feria. Este pequeñísimo coche de dos puertas, de formas redondeadas y vestido con los lunares de una mariquita, salvó a un gigante como BMW de la quiebra tras la II Guerra Mundial.

Pero como suele ocurrirle a los humildes, su hazaña fue premiada con ingratitud. “La BMV no quiere presumir de él, ahora se dedican a fabricar vehículos de una gama más alta y al ser un coche demasiado modesto, les daría mala fama.”, explica Caetano. Esta miniatura tan ‘mal vista’ se ha convertido en una pieza de museo muy cotizada.

Historias y leyendas
Hasta este domingo, cientos de vehículos llegados de toda España se reúnen en Ifema en espera de convertirse en el capricho de un coleccionista. Son turismos y motocicletas que tienen una doble historia: la que se recoge en los libros y una más íntima y personal, la de aquellos que se pusieron al volante y que quizás, no han sobrevivido a su viejo utilitario.

Algunos tuvieron un destino muy especial e incluso salpicado por la violencia y los conflictos políticos. El 0690 MDTR, el más bello Ferrari de carreras de los años 50 se vio envuelto en toda una aventura cuando durante el Gran Premio de Cuba del 58, el Movimiento 26 de Julio secuestró al piloto Fangio.

La leyenda dice que la guerrilla derramó aceite sobre la pista para dinamitar la prueba, algo que resultó fatal para el 0690 MDTR, que resbaló y atropelló a varios espectadores. El conductor, Armando Cifuentes, tuvo que ser trasladado a un centro médico sobre el capó de otro de los corredores. Ahora busca en Retromóvil un nuevo dueño con el que descansar de tanto sobresalto.

La gestación de un 'histórico'
Hacerse con uno de estos vehículos venerables puede costar entre 9.000 y 30.000 euros, dependiendo de si el coleccionista tiene aspiraciones de restaurador o prefiere recibir el trabajo hecho.

La mayor parte de los vehículos del salón –Rolls Royce, Minis, Alfa Romeo- se encuentran perfectamente restaurados y listos para salir a la carretera donde muchos pueden alcanzar los 120 kilómetros por hora. Para el que quiera ponerse manos a la obra el Salón reúne todo lo que pueda necesitar: componentes de repuesto, tapicerías, accesorios e incluso vestuario ‘retro’ para que el conductor no desmerezca a su montura.

Una vez restaurado el vehículo deberá pasar por un control obligatorio por parte de un organismo de catalogación de vehículos históricos.

Para obtener la preciada matrícula con la letra H, deben cumplir una serie de requisitos: tener más de 25 años de antigüedad o una difusión muy limitada y conservar todas sus piezas originales, a excepción de los fungibles. Después deben de recibir el visto bueno del Ministerio de Industria y ya están listos para rodar. Una vez en la carretera tienen el mismo reglamento que cualquier otro vehículo, “Aunque deben de pasar la ITV con más frecuencia y están exentos de algunas de sus pruebas”, explica Virginia Bernal del Laboratorio Oficial de Catalogación de Vehículos Históricos.

Herederos de una afición
Aunque abundan los coleccionistas que se acercan a la feria, son muchos más los amantes del coche de época que se acercan al salón con la única intención de admirar o inmortalizar con su cámara estas joyas históricas.

El perfil del coleccionista de coches es el de un hombre, mayor de 50 años, con un buen nivel económico y grandes conocimientos de mecánica. El coleccionista de motos, es bastante más joven y moderno, explica Manuel Parra, de Cometa Restauración. “Es muy importante que los jóvenes se entusiasmen, por que ellos serán nuestros herederos”, asegura Caetano. “La gente tiene que ser consciente de que el coche de época es para salir a la calle, no sólo para las concentraciones”, coincide Bernal.

Los que se animen podrán disfrutar hasta este domingo de imponentes vehículos como el Rolls Royce de Primo de Rivera o ‘bichos raros’ como el Volkswagen Schwimmwagen tipo 1666, de 1944, un coche ‘nadador’ que conducían las Unidades de Élite de las SS. La historia, durante tres días, está aparcada en Ifema.

Retromóvil abre sus puertas hasta este domingo para el público general en el pabellón 10 de Ifema. El horario de apertura es de 10.00 a 20.00 horas, excepto el domingo que cerrará una hora antes y el precio de la entrada de 15 euros.
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