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Baviera Golf, aventura malagueña

viernes 08 de mayo de 2009, 20:09h
En Vélez, Málaga, Baviera Golf se arma para recibir a los jugadores. Un recorrido de 18 hoyos con diferentes estrategias para asaltar y derribar, eso sí, con cuidado de los diversos peligros que encierra.
Con vistas al mar y a la montaña, Baviera Golf se presenta como un extraordinario escenario para pasar un buen día de golf, con sol y buen clima, algo típico en la Costa del Sol. Diseñado por José María Cañizares, es un campo no demasiado largo, de 5.330 metros desde barras amarillas. En todo caso no se priva de tener algunos hoyos largos y de paso estrechos.

Para empezar dos pares 4 sin una dificultad extrema que pueden confiar al visitante. Pero nada más lejos de la realidad porque con el hoyo 3 vienen los desafíos. Es el más difícil del campo. Par 5 de 472 metros desde amarillas, tiene todo lo que un aventurero puede esperar. Tras una salida que debe ser larga, en el segundo golpe se bordea un inmenso lago para buscar el green a la izquierda y en ligera subida. Hay que tener paciencia y no querer imponerse desde el principio.

Tras un par 3 de 149 metros con agua a la izquierda llega otro hoyo largo, de 500 metros cuesta arriba, pero que con golpes austeros no debe dar problemas. De nuevo en el 6 el green espera en alto. Como en casi todos los casos, el green es muy movido y además de alcanzarlo hay que afinar para dejar la bola en el sitio “verdadero”. El segundo par 3 del recorrido es el 7, con 140 metros, donde habrá que evitar los búnkers que defienden el green. Tras otro par 4 de 320 metros con subida llega uno de los hoyos más intimidatorios. Es un par 3 de 158 metros en el que hay que saltar agua sí o sí . El tee en alto impresiona y el green asusta con su piano. No sólo hay que alcanzarlo sino que luego el putt debe ser riguroso.

Si se ha salido bien de la primera vuelta ya hay algo que celebrar. En la segunda mucho más peligros esperan al jugador. El 10 avisa. Un estrecho par 4 de 283 metros da la bienvenida al hoyo 11, el más temido. Más estrecho y más largo, es un par 5 de 519 metros que con el viento se hace todavía más eterno. Es el handicap dos del campo pero el más comentado en la Casa Club.

Con un par 4 de 309 metros se intenta olvidar el hoyo 11. Sin embargo, el 13 y el 14 cuentan con agua, algo que siempre hace temblar. El 13 es interesante para la estrategia. De 269 metros hay que dejar la bola de primera antes del lago, para luego saltar el agua hacia el green, o bien, los pegadores, intentar la proeza.

En el 14 otra vez hay que saltar agua en este par 3 de 146 metros, con el agravante de tener agua también a la derecha. En el hoyo 15, par 4 de 268 desde amarillas, no se puede uno olvidar del agua. Ojo con la ría que es la misma que la del 11.

Y para intimdar aún más, el hoyo 16 comienza con un lago delante de green en alto. No es difícil saltarlo, pero el intento puede impresionar con una decoración, además, muy vistosa y llena de flores. El segundo golpe cuesta abajo facilita las cosas. Para el 17 llega un dog leg a la izquierda y un green defendido por arena y árboles, y en el 18 la estrategia manda,. 271 metros para dejar la bola a golpe de aproach.

Se puede salir airoso si uno no se llena de pelota y si piensa cada golpe. Sólo así se llevará el premio en este escenario propio para el aventurero.
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