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14 de mayo: Europa contra la crisis

miércoles 13 de mayo de 2009, 20:36h
Es curioso cómo el éxito tiene muchos padres y el fracaso no tiene ninguno.  Aznar se apunta a esta tesis y escribe un libro para explicar que, cuando él gobernaba, creábamos más empleo que el resto de Europa junta.  Sin embargo cuando él no gobierna creamos más paro que toda Europa junta.  Me da la impresión de que Aznar sostendría esta tesis independientemente de quién gobernase en estos momentos, incluido Rajoy.

No  repara Aznar en que los empleos que se lleva por delante este ciclón mundial que vivimos son, precisamente, los que se crearon durante su presidencia y es que la economía española lleva muchos años creciendo aceleradamente pero con pies de barro.  Me explico, se ha creado riqueza sobre la base de inflar la burbuja inmobiliaria y promover el alto consumo y el endeudamiento de empresas y familias.

El empleo creado ha sido totalmente temporal y precario.  Dicho de otra manera, hemos construido un castillo de naipes sin apuntalar nada, sin consolidar el edificio.  Cuando algunos hablan del crecimiento económico de los “pigs”, refiriéndose al modelo español, quiero creer que se refieren precisamente a la capacidad demostrada por nuestros responsables empresariales de construir casitas de paja que no resisten los embates del vendaval económico desencadenado en el conjunto de un planeta globalizado.  Madrid, además de capital del Estado ha sido modelo y motor de España y  hoy el motor madrileño se ha gripado.

No repara Aznar, ni Aguirre, su mentora madrileña, en que si hoy perdemos empleo más que otros es precisamente porque era empleo precario, empleo basura.  De hecho tres de cada cuatro parados nuevos proceden de contratos temporales que no se han renovado.  En España mandar a una persona al desempleo es fácil, más fácil que en el resto de Europa y barato, muy barato.   Más barato que en el resto de Europa.  Contrariamente a lo que mienten Aznar, Gerardo, Arturo o Esperanza, la estabilidad en el empleo y un salario razonable hacen que la empresa busque beneficios y capacidad de competir en factores como la innovación, la calidad, la investigación, la mejora de sus redes de comercialización, la búsqueda de nuevos mercados, la introducción de nuevas tecnologías, reordenando sus procesos de producción, repartiendo menos beneficios para invertir más en la empresa.  Así es como afrontan las empresas europeas la crisis económica.  Cierran menos empresas, y pierden menos empleos.

Los empresarios españoles, acostumbrados a explotar las ventajas de una mano de obra barata y precarizada.  Acostumbrados a beneficios altos en muy corto tiempo.  Afrontan con miedo la crisis.  Mantener beneficios a toda costa, despidiendo a los trabajadores, exigiendo rebajas fiscales y menos cotizaciones  sociales, pidiendo expedientes de regulación de empleo sin control ni autorización administrativa alguna.

Miedo de una clase dirigente empresarial con vicios ancestrales heredados, capataces, terratenientes, aristócratas reconvertidos al negocio especulativo, pícaros cortesanos con pose de espadachín.  Muy poco les importa las miles de pequeñas y medianas empresa que arrastran en cada cierre.  Muy poco les importan los autónomos que dependen de ellos.  Muy poco les importa el derroche de trabajadores, de vidas humanas, de familias, condenadas al desempleo.

Sólo eso explica que, al contrario que en Europa, sigan repartiendo beneficios, mientras la empresa se desliza por la pendiente.  Eso sí su responsabilidad social queda a salvo, porque darán limosnas al tercer mundo, o jugarán fiscalmente con sus “fundaciones” que, además de lavar su cara social y cultural, actúan como un club de defensa de sus intereses.  A todo ello le llaman Responsabilidad Social de las Empresas .

Europa lo está pasando mal en esta crisis.  Las dificultades para articular políticas compartidas frente a la crisis entre los diferentes gobiernos europeos no juegan a nuestro favor.  España lo pasa aún peor porque nuestros males son mayores.  Nuestro modelo productivo más especulativo y menos productivo.  Nuestro mercado de trabajo más precarizado.

Por eso tenemos más razones que nuestros compañeros europeos para iniciar y encabezar la movilización europea contra la crisis y por el empleo.  El día 14 nos manifestamos en Madrid trabajadores de toda España, Portugal y Andorra.  El día 15 una nueva manifestación en Bruselas y el 16 en Berlín y Praga.

La cita, propiciada por la Confederación Europea de Sindicatos y convocada por CCOO y UGT, el 14 de mayo, a las 12 de la mañana, en la plaza de Colón.  La cita de la unidad de los trabajadores europeos contra la crisis y por el empleo.  Lo primero las personas.

Francisco Javier López Martín.
Secretario General CCOO de Madrid.
 
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