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Fracaso de los toros de Cuvillo y, con matices, de El Juli, El Cid y Perera

Una terna de figuras se trae sus toritos y encima fracasa

Una terna de figuras se trae sus toritos y encima fracasa

· En Las Ventas, trituramos los precios. Por M.Martínez Fraga, de la Asociación El Toro

martes 19 de mayo de 2009, 11:29h
Corrida de expectación, corrida de decepción, como dice el tópico. Uno de los pocos carteles rematados de la Feria se vino abajo por la flojera de los toros de Núñez del Cuvillo que se trajeron El Juli, El Cid y Perera.

Toros de NÚÑEZ DEL CUVILLO, desiguales en su mala presentación: 2º y 3º, anovillados; resto, muy justos de trapío. Nobles y manejables, con 5º, encastado. Todos flojos rayando la invalidez. EL JULI: silencio; silencio. EL CID: silencio; palmas. MIGUEL ÁNGEL PERERA: palmas; palmas tras aviso. Plaza de Las Ventas, 19 de mayo. 12ª de abono. Lleno de 'no hay billetes'.
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El primer bicorne se llamaba 'Tramposo'.Y con ese nombre resumió a la perfección los engaños en que se mueve la Fiesta, dominada y manipulada por los taurinos profesionales, con la complicidad de presidentes y veterinarios, y siempre en detrimento de los aficionados, esa especie a extinguir. Porque trampa y grande es que la terna de figuras elija no sólo la divisa con la que dar la cara -es un decir- a Madrid, sino también los seis toritos, que casi casi se trajeron a Las Ventas.

Una divisa comercialota y normalmente blandota, favorita de El Juli, El Cid y Perera -sin olvidar la preferencia también de José Tomás por estos 'cuvillos'-, con la que normalmente en provincias les hacen su toreo/destoreo y les cortan 3 -o 4 orejas a cada bicorne. Pero, en este desierto, y pese a lo mucho que ha bajado, el oasis de Madrid es otra cosa.

Aquí no valen esos burelillos como éstos: con mucha cara y pitones, sí, pero escasos de trapío y anovilladotes.Aún menos si, como es habitual en este hierro, se 'adornan' con tal flojera que gran parte de sus últimos minutos de vida los pasan hocicando la arena, ante la vista gorda de la autoridad -es un decir- y el visto bueno de los veterinarios.

De modo que 'Tramposo', que salió desafiante para empezar a caerse después, hizo honor a su nombre, como también el segundo 'Oxidado', aunque mejor hubiera sido llamarle 'Podrido' o directamente 'Inválido'. O el tercero, anovilladísimo y bochornoso para Las Ventas, cuyo nombre era perfecto: 'Utrerito'.

Con semejantes ganado, elegido por ellos -se insiste porque no es cuestión baladí- la terna de figuras o figuritas o figurones fue incapaz de bordar el toreo, aunque fuese de salón como exigía la por otra pare nobleza en cantidades industriales de sus respectivos lotes. O sea, un fracaso general, aunque matizable.

Mayor para un Juli vulgar hasta la saciedad, que se limitó a amontonar pases y pases sin ninguno digno de mención o que haya quedado en lamemoria, y a matar a sus enemigos con su truco de taparles los ojos con la pañosa y saltar por encima de las astas.

Florear algún natural

Algo menor para El Cid -desapercibido ante su primer novillote-, quien sólo brilló con intermitencias frente al encastado quinto con el que floreó alguno de sus naturales de lujo y largueza, pero que se vio desbordado en ocasiones por la codicia del animal y, como al anterior, lo mató malamente y a la última.

Y algo menor aún para Perera, que arrojó el naipe de la quietud y el pisar terrenos inverosímiles y 'tomasistas', pero que no llegó a redondear faena en ninguno. ¡Ah!, y esto vale para los tres espadas: que no se quejen de que la corrida no sirvió, porque se insite -no es cuestión baladí- la eligieron ellos.

La solución es fácil: en vez de a este medio toro, que se apunten a una dura y normalmente encastada o que aporte emoción, como Cebada, Adolfo, Escolar, Palha etc.Claro que a eso dos de ellos no se atreven. El Cid, y ahí marca diferencias y la honradez, sí lo hace con los victorinos. Algo es algo.

Destacar finalmente, y va tan en favor del subalterno como en detimento de sus jefes, que lo más torero de la tarde lo realizó con las banderillas en el quinto José Manuel Fernández 'Alcalareño'. Y este jueves ya un cartel sin figuras, o sea, sin expectación... y por tanto con toro -esperemos- y sin decepción- esperemos-.

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