La columna de Lendoiro: 'Estoy hasta el higo'

Mujeres virtuosas lo somos todas en mayor o menor medida. Yo, sin ir más lejos coso de maravilla los bajos de los pantalones lo que me convierte, sin duda, en una mujer virtuosa a la antigua usanza. De otro tipo de virtudes no vamos a hablar que esas son cosas privadas. Pero hay algo que me pierde, y es la impaciencia y el decir las cosas claritas. Soy así, ¡qué le vamos a hacer! Escribiendo esta columna me corto un poco (lo que puedo) pero hoy he decidido que voy a decir lo que me salga del higo porque estoy HARTA.

Leo con desagrado, asco, asombro, indignación que unos analfabetos (porque sólo se les puede denominar así) han atacado al profesor Cancio, en la facultad de Sociología de Santiago de Compostela por impartir sus clases en castellano. Pancartas, agresiones y admoniciones por hablar en la lengua oficial del Estado Español. Pero, ¿esto qué es? Lo tachan de represor. Esta pandilla de macarras son los mismos que amenazaron de muerte a María San Gil o a Gloria Lago de Galicia Bilingüe el pasado fin de semana.

Siempre he aprovechado esta columna para definirme contra estas ideas y lo he hecho utilizando la ironía que la considero de mejor gusto. Pero es que, casualmente me he hartado y ahora sí dejo de lado el buen gusto y me voy a poner a su altura. De macarra a macarra: sois una pandilla de gilipollas que lo único que estáis haciendo es el ridículo más espantoso amén de cargaros una cultura tan rica y tan magnífica como es la gallega, por cierto cultura de la que me siento profundamente orgullosa. Flaco favor nos hacéis a todos, sólo conseguís crear problemas dónde no existían. La universidad no es sitio para vosotros, lo vuestro es una charca de barro dónde pelearos en galego y con la bandera nacionalista (que no la oficial) de telón de fondo. Podéis si queréis invitar a otros radicales macarras a que os acompañen.

A las autoridades competentes, cuidado con esto. Las cosas hay que atajarlas y rápidamente. No pueden estar en una universidad pública delincuentes de esta guisa. Es incompatible el espíritu universitario con la mala educación, la falta de respeto a los derechos y libertades del que tienes al lado. Vamos hacia atrás. Esto es peor que con Franco porque con el dictador, al menos se sabía que estábamos en una dictadura pero es que ahora estamos en democracia, palabra por cierto que estos analfabetos desconocen por completo.