El mundo de la sanidad asiste, con cierta perplejidad, a la curiosa situación que se está produciendo en el Colegio de Médicos de Madrid, que preside la doctora Juliana Fariña. Dentro de un año aproximadamente, según los estatutos de esta corporación, se tienen que celebrar elecciones para elegir nuevo presidente ya que la doctora Fariña cumplirá dos mandatos consecutivos. El artículo 19 de estos estatutos dice que no se puede superar este tiempo de mandato. Pero, si se modifica ese precepto entonces Juliana Fariña puede presentarse a los comicios…. La batalla de Madrid no ha hecho más que empezar
Esta posibilidad no ha gustado en algunos sectores y ya se están produciendo manifestaciones en contra de lo que consideran una maniobra política desafortunada. Un ejemplo son las declaraciones a Sanifax del doctor Antonio Rivas, que expresa claramente su rechazo. “Todos nos deberíamos poner de acuerdo –dice al Confidencial de Miguel Angel Martín el histórico sindicalista madrileño- para decidir que no se puedan cambiar los estatutos porque una señora quiera estar otros cuatro años y así salir más en televisión, o para darse más prestigio en los distintos sitios por lo que va y a los que, por cierto, siempre llega tarde. Esta persona no tiene categoría en este momento para seguir siendo presidenta del Colegio de Médicos de Madrid”.
Desde el Colegio de Médicos de Madrid, concretamente desde una empresa vinculada a esta corporación, se están haciendo llamadas a los compromisarios que van a acudir a la asamblea que tendrá el próximo jueves día 29. El objetivo es convencer a los compromisarios que representan a los cerca de diecisiete mil colegiados que hay que cambiar los estatutos del Colegio para que se presente a las elecciones Juliana Fariña.
¿Y que dice Juliana Fariña? En privado, todo. En público, hasta ahora, nada. La doctora Fariña insiste en que si se lo piden, se presentará a las elecciones. Solo hay un “pequeño” obstáculo que superar, siempre que se consiga aprobar la modificación de los estatutos: que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid de su visto bueno. Hay quien dice que Manuel Lamela ve con agrado esta situación, y que sería un pago a Juliana Fariña por los “servicios prestados” durante su actuación en las historias clínicas del hospital Severo Ochoa de Leganés.