La Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social del Ministerio de Trabajo ha concedido un plazo de tres meses a la unión temporal de empresas de la Planta de Biometanización, Compostaje y Tratamiento de Residuos de Pinto -formada por las firmas Urbaser, Dragados y Comsa- para subsanar las deficiencias que, en materia laboral y de riesgos, se producen en la instalación.
El requerimiento de Inspección obliga a las tres subcontratas a "adoptar las medidas necesarias" para que los residuos urbanos no "incluyan residuos biosanitarios" por el riesgo que suponen al contacto con los trabajadores, así como a establecer "un procedimiento de limpieza" de los fosos de descarga "para evitar que los residuos acumulados en el fondo del depósito se degraden".

La resolución se produjo después de que los sindicatos denunciasen los vertidos de desechos sanitarios que se estaban produciendo en la planta, entre ellos, jeringuillas, sondas y ropa "todo ello impregnado de sangre".
Según los denunciantes, estos vertidos -procedentes de hospitales de la Comunidad de Madrid y transferidos a través de las plantas de transferencias de municipios como Leganés o Colmenar de Oreja- aparecen mezclados con "basura orgánica" y son "vaciados en los fosos de la planta, desde donde pasan a las cintas de triaje, generando un grave riesgo para los trabajadores que hacen la selectividad en las cintas".
La Inspección consideró, ante ello, que "la situación de riesgo que genera la incorporación de productos biosanitarios ha sido identificada por el empresario, por lo que (éste) queda obligado -añadió- a realizar aquellas actividades preventivas necesarias para reducir dicho riesgo".
En este sentido, reclamó a las empresas implicadas que evalúen "la forma de identificar y eliminar los residuos biosanitarios en las entregas que se realicen en la planta" y les instó a "elaborar un procedimiento preventivo específico para asegurarse de la efectividad de las medidas".
Fosos de vertido

Las deficiencias en materia de riesgos se detectaron también en los fosos de vertido de basura, donde -según los denunciantes- la falta de un proceso de limpieza en los últimos siete años "está generando gases tóxicos" para los trabajadores.
Ante ello, la Inspección aseguró en su requerimiento que "la empresa trató de solucionar el riesgo de contaminación impidiendo la manipulación (de los residuos) por los trabajadores", medida que Trabajo consideró insuficiente, ya que -según argumentó- "no elimina la contaminación ambiental que generan los residuos degradados al desplazarse por las cintas transportadoras".
Los sindicatos vienen denunciando estas prácticas desde agosto de 2008, y presentaron denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) y el puesto de la Guardia Civil de Pinto, según informó este miércoles el responsable comarcal de Actividades Diversas de CC OO, José Caballero, quien declaró que el sindicato "no puede entender cómo en una planta de este tipo, con la tecnología punta y las inversiones de miles de euros que tiene, no se cumple con la ley de riesgos laborales".
La resolución de la Inspección Provincial de Trabajo es el resultado de una visita que realizó un inspector el pasado 6 de febrero a la planta.
Por otro lado, los trabajadores hicieron llegar su denuncia a los responsables regionales. De hecho, según confirmaron, entregaron a la consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Isabel Mariño, durante una visita a la planta el pasado día 11, un CD "con fotografías y videos de los vertidos hospitalarios y de los fosos", un documento que recogía vertidos "donde se puede ver dichos vertidos revueltos con la basura orgánica".