www.diariocritico.com

Tortugas metálicas

miércoles 17 de junio de 2009, 12:00h
Este periódico ha bautizado la cubierta de la nueva estación de Sol como “pez de cristal”. A mi me recuerda más al caparazón de una tortuga, una tortuga metálica. Se están ultimando los trabajos de esta macro estación y las cubiertas proyectadas por Antonio Fernández Alba han quedado a la vista. Estoy absolutamente convencido de que provocarán el gran debate veraniego. Cualquier intervención en el kilómetro cero es controvertida, polémica y casi nunca bien aceptada por los madrileños, aunque acaben resignados. No tengo una opinión muy clara sobre este artefacto que modifica sustancialmente la imagen de la plaza.

Seguramente habrá que esperar a que esté totalmente terminada la remodelación (algo que muchos creemos que no llegaremos a ver) para juzgar el conjunto. Pero la primera impresión es bastante negativa. Soy partidario de los espacios diáfanos, del paisaje limpio, aunque en Madrid eso es totalmente imposible. Mientras se ultima la llamada peatonalización  de gran parte de Sol, esta cubierta de acero y cristal invade parte del nuevo espacio liberado de tráfico. Además, su altura y sus materiales restan protagonismo a la Real Casa de Correos, uno de los emblemas arquitectónicos madrileños.

Por otra parte estoy convencido de que esa superficie ahora limpia, será en un futuro inmediato un nuevo punto sucio. Comenzarán a rayar el cristal, a “decorarlo” con sprays abrasivos y a pegar carteles. Será -¡ojalá me equivoque!- una guarrada en el corazón de Madrid. No aprendemos en esta ciudad que el civismo de una parte de sus habitantes brilla por su ausencia.
Hace 23 años –el director de este diario lo sabe muy bien- la ciudadanía madrileña se puso en pie de guerra –dialéctica, claro- contra un nuevo elemento ornamental para la Puerta del Sol.

En la reforma, una de tantas, acometida el año 1986 se cambiaron las farolas. Las nuevas fueron rápidamente bautizadas como los “supositorios de Barranco”. El socialista era entonces alcalde. El diseño de los 82 puntos de luz fue defendido por los arquitectos pero Juan Barranco ordenó pocas semanas después de la inauguración de la obra, el 20 de diciembre de 1986, que se diera marcha atrás y se colocaron nuevos puntos lumínicos con el tradicional diseño “fernandino”. Los empresarios madrileños se ofrecieron a costear el presupuesto adicional que tuviera el cambio del proyecto inicial.

El proyecto del nuevo túnel y estación se gestó en la época de Álvarez Cascos como Ministro de Fomento. No sé si ya en su origen figuraban estas cubiertas. Tampoco sé qué capacidad de maniobra tienen el Ayuntamiento y la Comunidad para modificar una construcción así. Me pierdo entre la maraña de competencias administrativas. Si en el caso de las farolas era una obra municipal, ésta tiene otro rango pero, imagino, habrá recursos legales en caso de que se quiera modificar.nadie va a dejar indiferente este caparazón al que, pretenciosamente, se ha querido comparar con la hermosa pirámide del Louvre diseñada por Ming Pei.
Por cierto: ¿alguien ha dicho algo sobre la recuperación de la plaza del Carmen arruinada desde que comenzaron las obras de Sol?
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios