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¡Bienvenido número 45 millones!

¡Bienvenido número 45 millones!

domingo 12 de julio de 2009, 15:08h

Aunque parezca imposible, si se tienen en cuenta datos como la tasa de natalidad, mortandad y migraciones, se puede obtener lo se que denomina el reloj poblacional, que nos es más que el cálculo de la frecuencia con la que nacen nuevos habitantes en el país.

 

Según, Ernesto Rojas, quien durante dos periodos fue director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el reloj poblacional es una fórmula matemática lo suficientemente confiable como para hacer un estimado de una situación.

La técnica que hace posible la existencia del reloj fue desarrollada por la famosa Oficina de Censos de Estados Unidos (Census Bureau), que desde los años 60 se ha dedicado a complementar su base de datos con la estimación de la población de todos los países del mundo.

Según sus cálculos, en Colombia en este momento habita el 0,7% de los 6.769.841.757 personas que constituyen el número total de pobladores del planeta Tierra y en el año 2050 la población colombiana será de 8’749.714 menos que la calculada anteriormente.

Sin embargo, todos estos son datos inútiles sin la interpretación correcta, la mirada que traspasa los números y los pone en contexto en la realidad. “Llegar a los 45 millones de habitantes representa para Colombia la necesidad de concientizarnos de que ya no somos un país de niños, sino una población adulta”, afirma Rojas.

No obstante, el hecho de tener un país más adulto genera más cargas para toda la economía, pues es gente que progresivamente necesitará más atención del Estado, en servicios claves como la salud y la seguridad social.

Para Ernesto Rojas esto implicará mayores cargas para el sistema de seguridad social. “Cuantas más personas viejas haya, la carga será mayor para los sistemas de salud, por ejemplo; ellos necesitarán que alguien las cuide”, asegura.

Asimismo, la composición de la familia en Colombia ha cambiado. El núcleo familiar se ha visto disminuido, así como también lo ha hecho el número de hijos que una pareja decide tener.

“Lo preocupante de esta tendencia es que el tener tíos y primos y abuelos ayudaba cuando había una emergencia de salud, de trabajo y en general cualquier calamidad familiar. Ahora, las personas no tienen quién les ayude porque su familia es muy pequeña y buscarán la mano del Estado para solucionar sus problemas”, afirma el ex funcionario.


 

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