La ministra Espinosa dice que está tomando todas las medidas posibles ante la crisis láctea

Elena Espinosa ha respondido así, a la entrada del Consejo de ministros de Agricultura de la UE, a preguntas sobre las protestas de ganaderos previstas esta semana en España, sobre todo en Galicia, por los problemas económicos del sector lácteo.

    "Los ganaderos saben que estamos trabajando, tenemos reuniones en el ministerio casi todos los días, reconocemos la situación delicada y estamos poniendo todos los mecanismos que tenemos a nuestro alcance para poder solucionar la crisis", ha manifestado Espinosa.

    En este sentido, la ministra se ha referido a medidas "no relacionadas" con la UE, sino de carácter nacional como las que figuran dentro del Plan del Gobierno con el horizonte de 2015, en favor del segmento lácteo.

    Además, ha señalado que el Ministerio intenta que funcione la interprofesional láctea, como instrumento más efectivo para este sector.

    Los ministros de Agricultura de la UE debaten este lunes sobre la situación del sector lácteo y en concreto, acerca de la propuesta de Bruselas para prolongar las ayudas que se otorgan a través de la intervención (compra pública) de determinados derivados (mantequilla y leche en polvo) con el objetivo de reducir excedentes.

    España considera que quizá habría que "profundizar" en alguna de las ayudas de la UE a ese sector y estudiar por qué no solucionan la crisis.

    En ese sentido ha hecho una comparación con el sector del aceite de oliva, en el cual los mecanismos de intervención de mercado sí han tenido un efecto en los precios, "pero en la leche no está ocurriendo (recuperación de los precios)".

    "No puedo decir si las medidas (de la UE) son suficientes o no, sino si están repercutiendo en los precios pues en otros sectores con menos medidas sí han dado resultados, hay que ver el porqué de esta situación", ha añadido.

    Espinosa propone, no obstante, actuaciones como la venta a terceros países o para alimentación animal de algunos volúmenes de lácteos almacenados para no dar la sensación de que el producto "ejerce una presión psicológica" sobre el mercado.