Así lo advirtieron este lunes el secretario de acción sindical de la Federación Estatal de Industria del sindicato, Vicenç Rocosa; su homólogo en Cantabria, José Antonio Sánchez, y el secretario general de la Federación en la región, Daniel San Miguel, quienes indicaron que la situación del sector "no es muy buena", tanto en la región como en el conjunto del país.
Precisaron que las movilizaciones -probablemente en el mes de octubre- se llevarían a cabo tanto a nivel estatal como autonómico, ya que la negociación está "parada" en ambos ámbitos y se pretende decir "basta ya" a la patronal.
De hecho, de los convenios a negociar este año sólo se han acordado dos -en Cuenca y Salamanca- mientras que el resto de las negociaciones "no están avanzando". Además, aseguraron que no hay "disposición" ni "ningún interés" por parte de la patronal para que la negociación tenga "dinamismo" y haya algún avance.
En una rueda de prensa celebrada en Santander, explicaron que tras "diez reuniones" las posturas entre patronal y sindicatos "jamás" se han acercado, pese al "gran esfuerzo" realizado por parte de los representantes de los trabajadores. Frente a ello, aseguraron que desde la patronal les han emplazado a finales de año para la negociación de los convenios, algo que no les parece ni "razonable" ni "positivo".
Sánchez destacó que desde los sindicatos han "aparcado" las reivindicaciones sociales y se han centrado en el aspecto económico de la negociación, que consiste básicamente en una revisión salarial al alza y una subida de alrededor del 2%, conforme al incremento previsto del IPC (Índice de Precios de Consumo).
Ello supone, según dijeron, una subida media de 20 euros al mes por contrato, "nada más". Se trata, por tanto, de un incremento "razonable" en una situación "difícil", más si se tiene en cuenta que la crisis no la han generado "los salarios de los trabajadores".
ERE
Respecto a Cantabria, precisó que el convenio colectivo del metal -sector que engloba a unas 1.500 empresas y a más de 30.000 trabajadores- está "parado". A ello se suman los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) presentados, unos 75 (el 1% de ellos de extinción), que afectan a cerca de 5.000 trabajadores cántabros. Además, muchos de los EREs de suspensión se han renovado y ahora se plantean de extinción. Con ello, son muchas las empresas que están cerrando y algunas se encuentran, además, "asfixiadas económicamente".
En su opinión, desde que "saltó la alarma" hace un año ha habido tiempo "suficiente" para llegar a un acuerdo, por lo que desde CC.OO. apelan a la "responsabilidad" y avisan que no van a consentir que los trabajadores "paguen el disparate" en el que están sumidos.
A la situación de Cantabria, similar a lo que está ocurriendo en el resto de España en la negociación de los convenios del sector, se añade otro "problema grave": la división patronal (CEOE-Cepyme por un lado y Pymetal por otro), que está entre las "excusas" para prorrogar la negociación hasta finales de año.
Por último, Rocosa se mostró "muy preocupado" e "indignado" con la negociación de los convenios en todo el país. Recordó que en épocas de bonanza económica la actuación sindical ha sido "muy moderada" en temas salariales, con reivindicaciones por encima de la inflación pero sin ser "descabelladas".
Por eso, opinó que no deben ser ahora los trabajadores quienes vean "
mermados" sus salarios. Razonó en esta línea que la subida del 2% es
"más que ajustada" y tiene un peso
"poco significativo" en el coste económico. Además, subrayó que para reactivar el consumo es
"importante" que los salarios no pierdan poder adquisitivo.