Sanz señaló que el Gobierno nunca ha negado la situación financiera de las empresas básicas de Guayana.
Los trabajadores han denunciado que la burocracia pone en riesgo miles de puestos de trabajos y la economía del país.
José Gil, dirigente gremial, señaló que no buscan derrocar ningún gobierno, sino abrirle los ojos, por lo que exige la renuncia del ministro Sanz y el nombramiento de una nueva comisión que tome en cuenta a los trabajadores. “Hay un saboteo constante de una burocracia que está enquistada en estas empresas”, dijo.
Denunciaron que los 400 millones aprobados por el Ejecutivo nacional no han sido invertidos ni en la recuperación de las empresas ni en el pago a los trabajadores.