Un poquito embarazado

O se está o no se está, porque en estos temas no existe el término medio ni la duda existencial.

    Hasta ahora todo indicaba que en el PP estaban a la espera de conocer el resultado de la prueba de la rana – que era  el test que se hacía  antaño para conocer si la mujer esperaba o no un hijo-  aunque con  la evolución de las técnicas se pudo saber con fiabilidad y en un breve espacio de tiempo el resultado de un deseado o temido embarazo.

    Muchos sospechaban que al tesorero le habían pillado sin las protecciones recomendadas y si esperaban más tiempo, sin necesidad de llegar a los nueve meses, no habría manera de ocultar el bombo, pero han preferido que fuese él mismo el que diera el paso de retirarse de los focos que le estaban deslumbrando demasiado.

    Al final, como ocurre con las familias tradicionales que se creen en la necesidad de guardar las apariencias, se ha buscado una fórmula intermedia, mediopensionista, a tiempo parcial, que es la mejor forma de no arreglar nada y de aplazar la solución del problema, a lo que es muy dado Rajoy.
Bárcenas ha dimitido “temporalmente” porque como el embarazo es suyo, no quiere que haya nadie que interfiera en su decisión.

Cuando a alguien le pillan con el carrito del helado lo más aconsejable es que lo reconozca porque de esa forma su vía crucis será más breve, pero si uno se empeña en disimular la tripa, lo único que consigue estar en coplas por las esquinas y sobre todo por los pasillos, que es por donde circulan la gente con más mala baba.

    Cuando uno entra en política debe saber que no sólo disfruta de los privilegios exclusivos que le amparan por su condición de representante de la soberanía popular, sino que además acepta algunas limitaciones que le hacen parecerse a la mujer del César. El problema surge cuando sólo se aceptan las ventajas y se rechazan o se sortean los inconvenientes.

    En los denostados Estados Unidos de América la gente llega a la política después de haberse hecho rico o de haber obtenido un Nóbel en económicas o en medicina, aquí en cambio muchos hacen en camino inverso.

    Los jueces dirán finalmente qué es lo que hay o no hay pero para este camino no hacían falta esas alforjas: el señor Bárcenas podía haberle hecho un buen servicio a su partido hace meses.