Caen dos puntos de venta de droga en Usera y Lavapiés

Una de las investigaciones, conducida por el Grupo de Policía Judicial del distrito Centro, en colaboración con indicativos de Seguridad Ciudadana, se gestó a principios de julio a raíz de las denuncias interpuestas por varios vecinos de la zona. Estos alertaban sobre la existencia de un grupo de personas que podrían estar traficando con sustancias estupefacientes. Gestiones practicadas por los agentes permitieron comprobar la veracidad de las quejas. Así, los policías advirtieron como, durante todo el día, especialmente en las horas nocturnas, los ahora detenidos se apostaban en una vía pública, donde suministraban pequeñas cantidades de droga a los transeúntes.

Fruto de las vigilancias efectuadas, los investigadores verificaron que en dicha zona se podían realizar desde los 100 “pases” (venta de droga al por menor) de una jornada de diario hasta los 300 que fueron capaces de contabilizar durante cualquier día de un fin de semana. Todos los arrestados operaban a escasos metros de distancia unos de otros y adoptaban numerosas medidas de seguridad para detectar una posible presencia policial en las inmediaciones, lo que complicó la actuación de los agentes.

Venta de hachís
Con estas premisas, los agentes establecieron el pertinente dispositivo que culminó con la detención de nueve personas que llevaban un total de cincuenta muestras de hachís preparados para su venta con un peso de unos 200 gramos. Salvo uno de los detenidos, el resto cuenta con antecedentes policiales y ya han pasado a disposición judicial.

Los agentes del Grupo XV de la UDYCO, junto con indicativos de la Unidad de Prevención y Reacción y del grupo 'Alazán', desplegaron el segundo operativo en el distrito de Usera. Tuvieron conocimiento de la existencia de un domicilio en el que varios jóvenes, incluidos menores de edad, podían estar trapicheando con hachís. Después de sucesivas vigilancias, y con el preceptivo mandamiento de entrada y registro, los investigadores accedieron al interior de la vivienda donde detuvieron a dos traficantes y se incautaron de 793,3 gramos de hachís, preparados para la venta así como de diversos útiles para la manipulación. Posteriormente, los policías arrestaron al un tercer miembro del grupo.

Esta última operación contó con las dificultades añadidas de que este clan disponía de los denominados “aguadores”, que alertaban de la posible presencia policial que detectaran por la zona donde se producía el tráfico ilícito.