www.diariocritico.com
Vida de mierda

Vida de mierda

lunes 03 de agosto de 2009, 17:04h

Reír de las pequeñas desgracias cotidianas puede ser mucho más edificante que mantener -en tiempos de fanatismos, dogmas y posiciones extremas- largos e infructuosos debates sobre política, antipolítica o contrapolítica. 

Reír de los pequeños incidentes cotidianos puede ser mucho más desestresante que escuchar –en tiempos de odios, revanchas y agresiones- largos monólogos sobre la nueva política, la revolución y los nunca más.

Para divertirnos con nuestras propias adversidades y olvidar, entre otras cosas, el mal sabor que nos deja la monotonía de los discursos de nuestros líderes, un sitio de Internet nos hace una propuesta novedosa, fresca y sencilla: entrar a la web (www.viedemerde.fr) y contarnos las cosas simples de cada día.

Bajo el lema “mi vida es una mierda y quiero que todos lo sepan”, los internautas pueden narrar breves anécdotas, de 300 caracteres como máximo, sobre los pequeños sinsabores de la vida cotidiana, en especial aquellos que más nos importan: lo familiar, lo sentimental, lo sexual y lo laboral.

Su fundador, el francés Guillaume Passaglia, de 27 años, comenta que recibe más de 400 mil visitas diarias y que ya lleva registradas 6 000 anécdotas. Como complemento, ha publicado un libro con las mejores historias, obviamente bajo el título “Vida de mierda”.

El éxito del sitio web francés ha sido tan contundente que Passaglia decidió crear la versión en inglés (www.fmylife.com). Este nuevo sitio, en solamente dos meses, ha logrado un millón y medio de visitas diarias y 832 mil suscriptores permanentes.

El joven ingeniero informático anuncia que para 2010 habrá la versión en español, así que tendremos que prepararnos.

Una buena manera sería cambiar nuestra rutina casa adentro y volver a hablar de lo que más nos concierne como seres humanos: de nuestros errores, defectos, intolerancias y escasa capacidad autocrítica, pero también de nuestros entusiasmos, alegrías, deseos, sensibilidades, afectos, sueños.

O podríamos nosotros mismos crear nuestra propia web ecuatoriana, ahora que muchos amigos, parientes y colegas cuentan que, para evitar posibles desencuentros y amarguras posteriores, cuando programan reuniones familiares o sociales están imponiéndose una regla: no hablar de política y de las consecuencias de esta política.

Mirarnos a los ojos, sonreír, darnos un abrazo, contarnos las cotidianidades, reírnos de algún bochorno, recordar cierta torpeza, compartir algún proyecto humilde y sencillo…

Se trataría de una decisión sana en tiempos tan difíciles como los de ahora, cuando los unos no entendemos a los otros, cuando los unos sospechamos de los otros, cuando los unos desconfiamos de los otros, cuando los dioses de unos y otros parecen tan distintos.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios