A pesar del incremento del precio del petróleo en los tres últimos meses (en junio, el WTI, el crudo marcador del precio del petróleo ecuatoriano, se cotizó a $69, 64 por barril), en relación con la caída que se produjo los meses anteriores (en enero de este año el barril de crudo Oriente se vendió a $27,40), las estimaciones de expertos petroleros consultados este martes por el Diario de Negocios de HOY, revelaron incertidumbre en las previsiones. Y aquello no es nuevo, por la tradicional volatilidad del mercado internacional de crudo.
Este hecho exige revertir la tendencia que arrastra el país en más de una década a la reducción de la extracción estatal de petróleo.
A pesar de los anuncios de cambio en Petroecuador, este aún no se produce. No solo no se ha concretado la reforma de la empresa; tampoco se agilizan acciones como reparar y mejorar la capacidad de la refinería de Esmeraldas ni se desarrolla la recuperación mejorada de campos tradicionales como Sacha, Shushufindi, Auca, Libertadores en los que, con más inversión, según señalan especialistas, se podría recuperar hasta el 40% de las reservas de los yacimientos en los que ahora se recupera el 25%.
El ministro de Minas y Petróleo, Germánico Pinto, ha reconocido que no se cuenta con proyectos de exploración. Y estos son esenciales para mantener los niveles de producción e incrementarlos.
Los favorables precios del crudo compensaron con altos ingresos presupuestarios la menor producción. No obstante, los menores precios y la incertidumbre sobre estos cambian la situación, exigen mejorar la producción estatal e incentivar la inversión privada.
Resulta más urgente mantener e incrementar la extracción de crudo por cuanto en los próximos dos años se comprometió más del 30% de la producción estatal con la venta anticipada de petróleo a PetroChina, cuestionada negociación que se ha efectuado sin concurso internacional.