www.diariocritico.com
Las palabras favoritas de los políticos

Las palabras favoritas de los políticos

domingo 08 de abril de 2007, 10:58h
Los líderes políticos españoles se han sumado a la iniciativa ‘Apadrina una palabra’, que hasta el próximo 21 de abril propone a los internautas salvar palabras “en peligro de extinción”, tanto del castellano como del catalán, a través de los portales de la Escuela de Escritores y la Escola d’Escriptura del Ateneo de Barcelona.

El presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, ha elegido la palabra 'andancio', un término que se emplea en su tierra natal, León, y que designa una ‘enfermedad epidémica leve’.

Por su parte, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, opta por 'avatares', plural de 'avatar', que además de significar ‘fase, cambio o visicitud’ en singular, también contiene la acepción de ‘transformación’.

Junto con Zapatero y Rajoy, José Blanco, Gaspar Llamazares, los portavoces de los grupos parlamentarios y el presidente del Congreso, Manuel Marín, también han aportado sus palabras en desuso favoritas a una iniciativa que, desde el pasado viernes 30 de marzo, cuenta ya con más de cuatro mil quinientos vocablos en desuso propuestos por internautas de 42 países diferentes.

La palabra 'andancio', según explica el presidente del Gobierno, “fue recogida por primera vez en el diccionario de la RAE en el año 1925”. Su significado no ha variado –enfermedad epidémica leve-, pero entonces, señala Zapatero “se especificaba que este uso se ceñía a León, Cuba y Salamanca”. El presidente ha decidido apadrinar esta palabra en desuso porque “es una palabra leonesa” y recuerda que aparece en novelas como Volvoreta, de Wenceslao Fernández Flórez, o Retratos de ambigú, del finalista del Premio Nacional de Literatura Juan Pedro Aparicio.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha apadrinado 'avatares', un plural (de 'avatar'), dice Rajoy, “que está cayendo en desuso” y del que destaca su “sonoridad”. 'Avatares' significa ‘fase, cambio o visicitud’ y en singular también incluye la acepción de ‘transformación o reencarnación’, vestigio de su origen sánscrito: avâtara.

Al igual que el pasado año, cuando Zapatero, Rajoy y los portavoces de los grupos parlamentarios participaron en la iniciativa ‘Tienes la palabra’, organizada por Escuela de Escritores, para elegir la palabra más bella del castellano, el presidente del Congreso, Manuel Marín, también aporta en esta ocasión una palabra en desuso: 'urdimbre'. 'Urdimbre', ‘el conjunto de hilos que se colocan en el telar paralelamente unos a otros para formar una tela’, es una palabra, dice Marín, “fonéticamente muy hermosa. Además, da sensación de durabilidad, de resistencia: una urdimbre bien hecha dura mucho”.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha elegido la palabra 'bisoñé', una ‘peluca que cubre la parte anterior de la cabeza’ y de la que dice: “es puro pasado, pero también un homenaje a las apariencias, siempre tan presentes. ¿Quién la usa? ¿Quién se adorna con el elemento al que da nombre? En el caso de hacerlo ¿Quién lo reconoce por ese nombre?  Bisoñé, sólo para nostálgicos y dueña de una muy española letra eñe, el símbolo de un idioma cargado de futuro que se asoma desde una palabra encarcelada en el pasado”.

Eduardo Zaplana, el portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, coincide con Blanco al elegir una palabra que designa un objeto en desuso: el 'anteojo'. “Me divierte mucho más que gafas”, dice Zaplana que destaca su significado “objetivamente más preciso” –el ‘instrumento que se coloca ante los ojos para acercar las imágenes’– frente al de gafa: ‘anteojos que se sujetan a las orejas’.

Desde los escaños del grupo del Gobierno, su portavoz, Diego López Garrido, recuerda cómo su padre utilizaba 'mendrugo' (‘pedazo de pan duro’) como “un insulto de baja intensidad”; y así lo recoge aún hoy el Diccionario de la RAE en su segunda acepción: ‘hombre rudo, tonto, zoquete’.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, asegura que no puede evitar “sentir cariño, nostalgia y acordarme de muchos seres queridos” cuando camina por el casco antiguo de alguna ciudad y se tropieza con los viejos rótulos de los 'coloniales', la palabra que ha apadrinado, y cuyo singular, 'colonial', es sinónimo de ultramarino. “En teoría, comenzaron vendiendo productos de Oriente o de América para acabar siendo la imprescindible tienda del barrio", apunta. La nostalgia y el cariño de Llamazares por esta palabra se acentúan, dice, “en estos tiempos de tantos supermarket, tantos after y tanta fast-food”.

Josep Antoni Durán i Lleida, el portavoz de CiU en el Congreso, se ha sumado a esta iniciativa por partida doble: recuperando una palabra en español, remiendo, y otra en catalán: 'fossar'. "Nací en el año 1952 en un pueblo rural y en el seno de una familia modesta. Desde los calcetines hasta el gorro de lana, utilizados en el duro invierno para evitar sabañones en los pies y en las orejas, eran necesariamente objeto de remiendo”, recuerda Durán Lleida, que reconoce que  “ahora se consume mucho más que se remienda. Son otros tiempos". En cuanto a 'fossar', es sinónimo de 'cementeri' (cementerio) y “así la utilizamos en mi pueblo de la Franja de Ponent”. Además, el portavoz de CiU cree que, “más allá de la aceptación académica, cementeri parece una traducción del castellano cementerio. Teniendo como tenemos fossar, ¿por qué utilizar cementeri?”.

También lo ha hecho el presidente del grupo parlamentario de ERC en el Congreso, Agustí Cerdà, que apadrina 'pizpireta' –‘dicho de una mujer: viva, pronta y aguda’-, una palabra que “desconocía hasta que la escuché a un grupo de amigos madrileños; desde entonces, me encanta”. En catalán, Cerdà optó por 'boix,' que es el término preciso para lo que en castellano se conoce como la mano del mortero.

Por último, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, ha apadrinado 'carnestolendas', un sinónimo de carnaval que, como recuerda, “es la palabra castellana –ausencia de carne- que designaba los tres días que preceden al comienzo de la Cuaresma y que hemos perdido en beneficio de carnaval, cuyo origen es italiano, de carnevale”.

Las palabras apadrinadas por los líderes políticos, se suman a las 3.780 aportadas desde el pasado viernes 30 de marzo por los internautas de 42 países que están participando en esta iniciativa con la que la Escuela de Escritores y la Escola d’Escriptura del Ateneo de Barcelona quieren celebrar el Día del Libro y, además, llamar la atención sobre el uso del idioma. El plazo para “apadrinar” palabras “en vías de extinción” finaliza el próximo 21 de abril. Dos días después, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Libro, los términos respaldados por un mayor número de internautas se incluirán en una “reserva de palabras virtual”, www.reservadepalabras.org, “donde las encontrarás siempre que quieras, y también lo harán tus hijos y tus nietos, para no tener que señalar con el dedo aquello que designan”, dicen los promotores de la iniciativa.

Hasta ahora, las preferencias de los internautas en español –2.140 palabras provenientes de todos los países de habla hispana, especialmente de España, Argentina, México, Chile y Venezuela, aunque, como curiosidad, también se han apadrinado palabras desde Mongolia, China, o las islas Seychelles- se decantan por palabras como bochinche, gaznápiro, zangolotino, acerico, balde, chigre, cáspita, alfeizar, abalorio, barruntar, alcancía, zaguán y zascandil. En catalán se han propuesto ya 1.640 palabras.

Además de las palabras aportadas por los internautas, también se pueden conocer los términos propuestos por otros ‘padrinos de honor’, como los escritores Enrique Vila-Matas, Juan Marsé, Lorenzo Silva, Mercedes Abad, Eloy Tizón, Marta Rivera de la Cruz , Ildefonso Falcones, Álex Grijelmo; el cantautor Luis Eduardo Aute o el actor Eduard Fernández.

www.escueladeescritores.com/apadrina-una-palabra

www.ateneubcn.org/apadrinaunaparaula
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios