Monseñor Pérez Morales estima que “en vez de promover la participación de los ciudadanos y de las entidades de la vida civil, el proceso es al contrario. Aquí se está dando un proceso de concentración en el Estado, de centralización feroz, de manera que el Estado quiere ser el que compra los alimentos, el que vende los alimentos, el que educa, el que sana, y es una tendencia a concentrar en el estado todas las actividades de la vida nacional”.
El representante eclesiástico calificó como grave que no se respeten las opiniones de la ciudadanía en torno a la nueva ley de educación.