El presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Antonio Arregui, expresó su preocupación por las declaraciones del secretario del Episcopado de Colombia, Juan Córdoba, en torno a las discrepancias de Ecuador y Venezuela frente a la ampliación de los acuerdos militares de Bogotá con Washington.
Córdoba calificó de "sucio, bajo, infantil, adolescente e inmaduro" el trato que los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez, dieron al de Colombia, Álvaro Uribe, sobre los acuerdos militares que permitirían el uso de siete bases colombianas por parte de militares estadounidenses.
"Se habla de una pasión nacional, de una suerte de defensa de la situación en Colombia, pero no exactamente a la luz de unos criterios morales, evangélicos, sino con una reacción apasionada", dijo Arregui en declaraciones al portal Ecuadorinmediato.
No obstante, Arregui indicó que mantiene contactos con los jefes de los episcopados de Venezuela y Colombia, con quienes prepara una reunión para discutir y formular un pronunciamiento conjunto frente a la situación de tensión entre los tres países.
"Estamos por reunirnos la próxima semana para ver cuál es la luz que podemos proyectar sobre la situación actual y las aspiraciones de nuestros pueblos", señaló el prelado ecuatoriano, quien indicó que posiblemente la cita se efectúe en Bogotá.
La reunión entre los prelados nace por las turbulencias en las relaciones entre Ecuador, Colombia y Venezuela, dijo Arregui, al señalar que los tres países mantienen fuertes lazos históricos y sociales.
Este asunto, dijo Arregui, debe ser abordado, en todos los niveles, con "serenidad para tratar de comprender (la situación), por encima de uno u otro".
"Ecuador y Colombia están unidos por lazos estrechos, no sólo de historia sino de una relación viva, no sólo del comercio, sino en muchos otros niveles. No sé qué es lo que podría hacer Ecuador ni lo que podría hacer Colombia, pero tiene que ser un esfuerzo permanente de ambos presidentes", remarcó Arregui.
El objetivo de la reunión de los jerarcas de los episcopados de los tres países, según Arregui, es "poner en pie un mensaje de paz y serenidad".
"Queremos hacer una convocatoria fijándonos más en las cosas que nos unen que en las que nos separan", dijo al respecto.
"Siempre va a haber cosas que nos separen, pero siempre hay cosas que nos unen; queremos propiciar una ruta" que busque acercamientos a partir de intereses comunes entre los tres países, apuntó Arregui.
Para el jefe del Episcopado ecuatoriano, el distanciamiento entre Ecuador y Colombia, cuyos gobiernos mantienen rotas las relaciones diplomáticas desde el 3 de marzo de 2008, se debe al bombardeo militar colombiano en territorio ecuatoriano contra un enclave clandestino de la guerrilla de las FARC dos días antes de dicha fecha.
Ese, para Arregui, "ciertamente no es un gesto de amistad de Colombia hacia Ecuador", pero remarcó que ello "tampoco es el acabose, no es la última palabra en la historia".
Para el líder religioso, ese hecho puede ser asumido como un "punto de partida para establecer una relación más franca y más concordada" entre ambas naciones.
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