Una de las razones que impulsó al economista Rafael Correa a ganar la Presidencia de la República las veces que se ha postulado a ella es su discurso contra la clase política, luego de comprobar el criterio ciudadano generalizado respecto a que el prototipo de la corrupción es la actividad política y que el más vivo ejemplo del corrupto es... el político de siempre.
Se presentó y entregó al país una "nueva generación" supuestamente no contaminada con los vicios del pasado, un grupo de jóvenes renegados que venían del más allá ofreciendo no confrontar ni insultar inútilmente; que juraron combatir la corrupción y no caer en la tentación... Gente que no haya participado en política. En definitiva, personas inmaculadas que se pensaba que ya no existían en este valle de lágrimas; hombres y mujeres de distintas edades que, aparentemente, permanecían intocados en sus más íntimas partes ideológicas, es decir… vírgenes… políticamente hablando.
Aunque el actual gobernante logró captar los votos de la mayoría de ecuatorianos con un discurso que lo hacía parecer distinto a los de siempre, poco a poco, fue asumiendo, bajo una estrategia bolivariana, los vicios de viejas autocracias.
En casi dos años en ejercicio de sus funciones iniciales, y ahora con un nuevo mandato, el discurso sigue siendo el mismo con el que llegó, pero sus acciones son las mismas… de los de siempre.
Luego de unos cuantos meses de cogobierno con organizaciones indígenas y partidos de izquierda, ha llegado a importantes acuerdos con grupos políticos de antaño que no dan nada si no es a cambio de algo… grupos políticos que, genéticamente (como dijo uno de ellos), tienen las mismas características que tenían sus antecesores y que, más temprano que tarde, exigirán la contraprestación convenida a cambio de seguir alzando la mano para apoyar las órdenes que se impartan desde arriba, así como del compromiso de no fiscalizar, no controlar y no revisar vinculaciones, ingresos ni contratos comprometedores.
Los gobernantes de hoy actúan igualito que los de ayer y que los de anteayer y que los de siempre
... Hacen política tal como lo hicieron sus amigos y sus enemigos, sus compañeros y sus opositores, sus colegas y sus aliados... de siempre, aunque los actuales tengan una sutil diferencia... ¡lo hacen con descaro!
La compra de conciencias en el campo político es un mal que viene desde los albores de la humanidad, como el pecado original.
Por eso, los ofrecimientos de una nueva generación de políticos que trajo el nuevo Gobierno se parece a la oferta que una emigrante ecuatoriana ha hecho hace poco por Internet con su… virginidad subastada.
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