Otoño caliente en la Guardia Civil

El nuevo curso político en la Guardia Civil se plantea complicado y podría desembocar en un escenario de movilización y conflicto, según prevé la AUGC, asociación mayoritaria en el Cuerpo. De hecho, acaban de lanzar un aviso al ministro del ramo, Pérez Rubalcaba: o se avanza en la “normalidad democrática y laboral de la institución” o habrá movilizaciones. Así de sencillo.

Y, ¿qué pide la AUGC? Pues… sus peticiones se resumen en cinco puntos que, en realidad, abarcan todos los aspectos laborales.

Rechazo al borrador presentado por el Ministerio para la modificación del régimen de personal: piden que el régimen estatutario para la Guardia Civil se aleje definitivamente del de las Fuerzas Armadas.

Denuncia de las ‘maniobras torticeras’ de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo sobre la aplicación del Código Penal Militar a guardias civiles y petición de una reforma de la Ley Orgánica que regula esta ley penal, algo que el Gobierno de Zapatero considera “imposible” dado el actual panorama político de confrontación existente.

Constitución de mesas de trabajo sobre jornada laboral y catálogo de puestos, pero bajo la perspectiva de que no es admisible mantener dos Cuerpos de Seguridad estatales dependientes de la misma Dirección, y con condiciones laborales tan dispares.

Desarrollo pleno del asociacionismo profesional, con un mayor reconocimiento institucional, inscripción registral de representantes y apoyo con derechos sindicales tanto a las organizaciones como individualmente a sus representantes.

Medidas de seguridad en las dependencias oficiales y en la prestación del servicio para que no vuelva a ocurrir algo como el atentado de Burgos.
 Dice AUGC que, de no ser así, “estaríamos abocando a la Guardia Civil a un escenario de conflicto y movilización”.