La "altísima responsabilidad" que tienen los tres jefes de Estado los obliga a "superar cualquier tipo de sentimientos negativos o de dificultades ideológicas que puedan obstaculizar el diálogo sincero y constructivo en búsqueda de la concordia", según un comunicado de las tres conferencias episcopales divulgado en Bogotá.
La declaración fue consensuada por los presidentes de las conferencias episcopales de Colombia (CEC), Rubén Salazar; Ecuador (CEE), Antonio Arregui, y Venezuela (CEV), Ubaldo Ramón Santana, que se citaron en Bogotá para analizar la crisis en las relaciones diplomáticas entre las tres naciones.
"Los altos intereses de los ciudadanos de los tres países exigen a sus conductores trabajar con imaginación en pos de los tantos motivos de unidad que afortunadamente poseemos", añadieron los jerarcas, que divulgaron el documento en una reunión con la prensa.
Sin identificarlos de manera literal, los prelados opinaron que los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; Ecuador, Rafael Correa; y Venezuela, Hugo Chávez, deben preservar el patrimonio de sus países en la historia bicentenaria común.
"Estos doscientos años fueron iniciados bajo el sueño del mismo Libertador (Simón Bolívar) y han sido inspirados en los principios y valores de la misma fe católica, cobijados por el mismo tricolor, herencia de nuestra unidad grancolombiana y el mismo ideal de dejar atrás los lastres del subdesarrollo y la inequidad", expresaron Salazar, Arregui y Santana.
Es, agregaron, "un bien particularmente necesario en estos momentos en los cuales sentimos que la convivencia pacífica se avizora frágil y con serio peligro de deteriorarse aún más por las tensas relaciones, agravadas por la carrera armamentista, en un mundo sacudido por profundas crisis morales y económicas".
Los presidentes de los tres episcopados dijeron que el fragor de los debates políticos e ideológicos no debe alejar de la vista lo primordial, que es la unidad con la puesta en común de recursos, talento y patrimonio para superar la miseria y la pobreza.
"Deberíamos estar más bien trabajando pacíficamente codo a codo, sumando nuestras posibilidades, en lugar de desgastar nuestras energías y nuestros ímpetus en luchas fratricidas", expresó el ecuatoriano Arregui, que ejerce como arzobispo de Guayaquil.
Por su parte, el venezolano Santana, también arzobispo de Maracaibo, dijo que esperan que Uribe, Correa y Chávez tomen del comunicado conjunto lo que "a ellos les corresponde".
"Pensamos que en estos momentos de tensión y de dificultades podemos ser un aporte positivo para hacer crecer un sentimiento de hermandad y de paz que es tan necesario no olvidar cuando se avizoran nubarrones en el horizonte que empañan la buena convivencia que ha caracterizado la vida de nuestros países", dijo Santana.
El colombiano Salazar reivindicó el papel de los pastores de la Iglesia como creadores de una mentalidad de cooperación y de fraternidad entre los pueblos.
"Somos pueblos hermanos y no podemos olvidar nunca que tenemos una historia común, una cultura común, una fe común, intereses comunes y que no vamos a poder construir países verdaderamente libres y prósperos sino en la medida en la que caminemos juntos como verdaderos hermanos", dijo el presidente de la CEC y arzobispo de Barranquilla.
La Iglesia es, en lo fundamental, "un instrumento de conciliación, de paz, de invitación permanente a deponer todo aquello que nos pueda enfrentar y oponer para buscar siempre lo que nos pueda unir y, por lo tanto, lo que pueda crear paz", resaltó Salazar, e indicó que la declaración se le hará llegar a los tres jefes de Estado.
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