El paro va mal

El paro va mal. El empleo ni remonta, ni repunta, ni apunta brotes verdes. Aún menos en Madrid, donde el crecimiento del desempleo ha sido nueve puntos superior a la media nacional, a lo largo del último año, con 145.525 personas desempleadas más en los últimos doce meses.

Llama la atención que con la que está cayendo, con un Madrid que ha dejado de ser locomotora de nada en España, nuestra presidenta reinicie el curso escolar con ínfulas de lideresa nacional, juzgando las propuestas sobre subida de impuestos a las rentas más altas anunciadas por el Gobierno de la Nación y juzgando medidas bienintencionadas, aunque insuficientes en sus planteamientos iniciales, para dotar de una renta de 420 euros mensuales a los parados sin prestación. Parece más preocupada en presuponer espionajes externos a su partido, aún sin presentar prueba alguna, que en depurar responsabilidad sobre espionajes ciertos realizados internamente sobre miembros de su propio partido.

Ni una sola palabra sobre el paro, las personas desempleadas, mientras su consejera de Empleo achaca la subida del desempleo a “parches” y “confusiones” del Gobierno central. Caña a Zapatero, que si Madrid crece es gracias al Gobierno regional y si mengua la culpa es del maestro armero.

Ya se negó en redondo el Gobierno Aguirre a introducir medidas similares a las que plantea ahora el Gobierno Zapatero, con el argumento de que lo que hay que hacer es crear empleo y no subvencionar a los parados. Al final ni lo uno, ni lo otro. Es decir nada. Mientras comunidades de todo y variado signo político intentan paliar los efectos de la crisis sobre sus ciudadanos parados, ya sean navarros, castellano leoneses, castellano manchegos o murcianos, Aguirre cultiva la Nada de su Historia Interminable, ignorando, obviando y no queriendo ver que en esta crisis, las culpas están muy repartidas y que conviene más sumar  que restar. Que, por poco que hagamos, algo será menos que nada.

Que en estos duros tiempos que corren, atender a las personas, salvar empresas y su empleo, consolidar y apuntalar nuestro tejido industrial, de servicios, la construcción, son cosas posibles, útiles, necesarias.

Que podríamos poner manos a la obra a preparar la salida de la crisis, volcando esfuerzo en innovación, investigación, desarrollo tecnológico, aprovechando el potencial madrileño en este campo, dado que contamos con universidades, organismos oficiales, sedes centrales de empresas públicas y privadas.

Que no nos vendría nada mal apostar por la cohesión de la sociedad madrileña fortaleciendo la educación, la sanidad, los servicios sociales.

Ya sé, ya sé, que el inmediatismo político lo hace difícil, que la crispación política es muy dura, que la cultura del pelotazo y la escasez de cultura preactiva, preparatoria del futuro, no es nuestro fuerte. Pero la ambición política debería apuntar hacia este horizonte.

Se puede hacer, lo podemos hacer. Otra cosa es que quieran hacerlo y, lamentablemente, por el momento, ningún brote verde anuncia que nuestro Gobierno regional quiera ponerse a ello.

Francisco Javier López Martín.
Secretario General CCOO Madrid.