El italiano Cunego vence en La Pandera y Valverde mantiene el liderato

   El transalpino, campeón del Giro de Italia en el 2004, invirtió 4 horas 4 minutos y 23 segundos para alcanzar su segunda victoria -la primera fue en Aitana- en el presente curso en la ronda española, con lo que sucede al kazajo Andrey Kashechkin como vencedor en la cuneta jiennense, y suma su cuarto éxito de la temporada tras sus dos victorias en la Semana Coppi y Bartali.

   El veronés de 27 años se impuso en solitario tras certificar una fuga al inicio de la jornada, en una prueba en la que el asturiano Samuel Sánchez (Euskaltel) y el gallego Ezequiel Mosquera (Xacobeo-Galicia) dieron un paso al frente en su lucha por el podio de Madrid al concluir tercero y cuarto, respectivamente, lo que les consolida como tercero y quinto en la clasificación general.

   Por su parte, el líder de la prueba, el murciano Alejandro Valverde sufrió en el ascenso a la cima jiennense, quedándose descolgado del resto de favoritos, pero se recuperó dando muestras de gran fortaleza y dio un golpe moral a sus rivales al terminar quinto a 6 segundos del binomio anterior, y ampliando su ventaja con el holandés Robert Gesink (Rabobank), en 3 segundos, con el australiano Cadel Evans (Sience-Lotto), en 22, y con el italiano Ivan Basso (Liquigas) en 26.

   En el inicio del transcurso de la carrera, Cunego, que ayer cedió una minutada en la línea de meta, lo que le descartaba del podio de Madrid, fue bloqueado en todos sus intentos de fuga hasta que finalmente en el kilómetro 40 de la etapa, se marchó junto a otros ocho ciclistas -donde destacaban Jacob Fuglsang (Saxo Bank) o Xavi Florencio (Cervelo)- que rápidamente abrieron hueco con el pelotón.

   Tras alcanzar una ventaja de 10 minutos, el Liquigas de Ivan Basso y el Euskaltel de Samuel Sánchez emprendieron la marcha y endurecieron el ritmo del destacamento, que fue reduciendo el tiempo de los escapados antes de emprender la subida al Alto de los Villares, de segunda condición, y que encadena con el puerto de La Pandera.

LA LLUVIA CONDICIONÓ EL ASCENSO A LA PANDERA

   Con la escalada a la cota final, y con la lluvia como protagonista, el italiano se desmarcó del resto de compañeros de huida y se situó como cabeza de carrera 9 kilómetros de la meta, condición que no abandonaría, lo que le reporta su segundo éxito en la presente edición del certamen nacional al finalizar por delante de Fuglsang, que sólo pudo ser segundo.

   Mientras, por detrás, el paso por los últimos 5 kilómetros de la etapa, que coincidían con el tramo más duro de la cima con un 13 por ciento de desnivel, deparó el inicio de las hostilidades entre los 'gallos' al atacar conjuntamente Basso y Gesink, lo que dejó tanto a Valverde como a Samuel Sánchez haciendo 'la goma' hasta definitivamente quedarse apeados del grupo en el que sí estaban presentes tanto Mosquera como Evans.

   Sin embargo, el vigente campeón olímpico en ruta se recuperó, al igual que en la jornada precedente en Sierra Nevada, y fue ganando terreno, desplazando de su camino a todos sus rivales por el podio de Madrid, y venciendo en la recta final a Mosquera, lo que le otorga ocho segundos de bonificación, y posicionándose a 1:10 del liderato.

   Mientras, el jersey dorado, que en ningún momento se vio respaldado por sus compañeros de equipo ante la eficacia de sus rivales, también se recuperó de su 'pájara' y fue adelantando posiciones hasta reforzar su primer lugar en la clasificación general, que únicamente parece peligrar en la contrarreloj decisiva en Toledo.

   Para mañana, el perfil de la carrera en la decimoquinta etapa de La Vuelta retornará al llano en una trayecto de transición de 168 kilómetros que transitará por las ciudades andaluzas de Jaén y Córdoba, en un recorrido que únicamente presenta una 'tachuela' de segunda categoría como principal dificultad.

   El escenario, que servirá para coger aire antes de afrontar la última semana de competición, posibilitará la llegada de fugas ante el descanso, 'a priori', del Caisse d'Epargne del líder Alejandro Valverde, o bien, un final masivo que se resolverá en un 'sprint' descafeinado ante las bajas de los principales velocistas, más centrados en la preparación del Mundial de Mendrisio (Suiza) del 28 de septiembre.