La Comunidad rechaza los pactos de los agentes sociales por las familias y el empleo

Tomás Gómez, secretario general del PSOE de Madrid, se afanó por elevar a la categoría de "gobierno ausente" y "presidenta saliente" subida en peleas por "ambición" a Esperanza Aguirre, pero la presidenta no se inmutó ni cuando Gregorio Gordo, coordinador general de IU advirtió que convocará en movilización a todos los sectores sociales si el Ejecutivo continua con su "irresponsabilidad" de culpar a otros de todos sus males.

Tras su discurso inicial este martes y después de anunciar la que es la medida 'estrella' de su Ejecutivo para los próximos meses, la ley de autoridad del profesorado, Esperanza Aguirre se atrincheró este miércoles en la gestión que le ha dado dos mayorías absolutas y en las críticas al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero frente a todas las críticas y las propuestas de la oposición. El único guante que la presidenta recogió fue el lanzado por el PSOE, anunciando que tomará "con la mejor disposición" el plan de ahorro de gastos (edificios alquilados, personal de alta dirección, altos cargos, propaganda y publicidad) que sus rivales de bancada le presentarán.

Pactos por los ciudadanos
El coordinador general de IU, Gregogio Gordo, abrió esta segunda jornada con un balance demoledor del último año y de toda la acción del gobierno liberal de Aguirre: más mercado, más empresas, más privatización; pérdida de empleo y de poder adquisitivo de los madrileños con familias más endeudadas; paralisis de las becas escolares, otras se reducen y se estancan las de comedor; destrucción de los servicios públicos y "ni una ayuda" a los parados. "¿A cuántos madrileños ha mandado al paro con sus políticas? Se acabó vender lo público para fomentar lo privado. Su discurso denota agotamiento, hastío, impotencia e incapacidad para resolver los problemas que sus políticas han generado", espetó Gordo como remate.

El examen que la portavoz socialista, Maru Menéndez, no fue menos negativo. Tras salir en auxilio de Pedro Castro -blanco de las iras de la presidenta en la tribuna de invitados a cuenta del desarrollo de Carpetania- Menéndez quiso desmontar el panorama de "color de rosa" que Aguirre dibujaba sobre la Comunidad de Madrid, y recalcó que sí hay madrileños que creen las denuncias de su partido: "Las mujeres que esperan 120 días para hacerse una mamografía, los 17.000 mayores sin plaza en las residencias a pesar de que hay plazas libres -que no se cubren por falta de presupuesto- o los 600.000 dependientes  a quienes se ha reconocido la prestación de la ayuda pero que todavía no han tenido acceso al servicio".

"Más empleo y menos Zapatero"
IU y PSOE, por orden de intervención, propusieron a la presidenta de la región pactos y consensos. Pactos para resolver el fracaso escolar, pactos como el que CCOO y UGT le plantearon en los pasillos el día anterior para sacar a Madrid del agujero negro de la crisis y pactos para el buen funcionamiento de los servicios públicos, pero Aguirre sólo quiso 'comprar' el que pretende reinvertir de forma productiva todo lo que el Ejecutivo gasta en propaganda y publicidad, 700 millones según el PSOE desde la llegada de la lideresa al Ejecutivo. El resto, papel mojado inservible frente a las políticas liberales. Con ellas, recordó, España salió de la crisis con Aznar aludiendo el 25% de la tasa de paro que se encontró, y Madrid seguirá ahora su ejemplo con la receta de menos impuestos, menos déficit y más libertad empresarial. De la corrupción o los "líos internos" que la oposición le achaca apenas hubo mención.

Aguirre, escoltada por David Pérez, devolvió las críticas con contundencia y no se olvidó de Zapatero en ninguna de sus intervenciones. ¿Que no se apuesta por la educación? "¡Ja! Hemos construido 272 colegios públicos", contestó. ¿Qué la Sanidad no funciona? "Ocho hospitales y 42 centros de salud". ¿Que no se ayuda a las pymes? "16.000 millones de financiación" ¿Que no se atiende a la dependencia? "Gastamos cada año 871 millones en mayores, dependencia, discapacitados..." ¿Y los transportes? "Noventa kilómetros de Metro". Eso mientras el Gobierno central no invertía en todo ello "ni un euro" en Madrid hasta hace unos meses. "Más empleo y menos Zapatero", apuntilló Pérez.