El Racing espera al equipo 'culé' en casa con la moral por las nubes y ganas de victoria

Y es que ahora, después de la victoria ante el Málaga, el Racing se puede permitir el lujo de jugar con tranquilidad y sin ansiedades, ya que con los cuatro puntos que ha ganado, no perderían demasiado si sufren una derrota. No obstante, el equipo debe recordar aún con cierta rabia la goleada que encajaron en su propia casa la última vez que vino el Barcelona por Santander, por lo que, a pesar de que el partido se va a disputar un martes –día laborable- y a las diez de la noche, se espera que el estadio se llene de un afición sedienta de una segunda victoria.

Eso es lo que espera, al menos,  el entrenador racinguista, Juan Carlos Mandiá: "Es muy importante que nuestra afición esté muy metida y que ayude a los futbolistas a sacar todo lo que tienen dentro. Será fundamental contar con el respaldo de nuestro público, que haya un gran ambiente en El Sardinero", ha manifestado el técnico.

Mandiá se muestra prudente, pero no descarta dar la sorpresa pese a la dificultad de arrebatar el control del balón al Barcelona. "Las estadísticas indican que no es un conjunto invencible, pero sí que será muy difícil quitarles el balón porque nadie lo ha conseguido hasta el momento", ha recordado.

Así las cosas, las horas van pasando y el equipo calienta motores, al igual que su afición. Los primeros, a sabiendas de que el Barcelona no es invencible y que esta temporada han comenzado al máximo, pero también conscientes de que pueden enfrentarse a ellos con confianza; mientras que los segundos, preparados para encajar un 2-0 o 3-0 que es lo normal, pero buscando que haya buena suerte en el Sardinero, que en el campo de juego se note la ilusión de las gradas y de este modo ocurra, por variar, lo anormal y el Racing dé la campanada.