Este asunto es, precisamente, uno de los que ha comunicado José Antonio Alonso, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista al diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares para demostrar la “voluntad social” del Gobierno con el fin de lograr apoyos parlamentarios a los presupuestos de 2010.
La CEOE insiste en que es necesario reformar la legislación en materia de despido pero las fuentes de la Patronal consultadas por Diariocritico de la Economía insisten en que “no pedimos el abaratamiento del despido, sino que aspectos como los salarios de tramitación se revisen”.
Los llamados salarios de tramitación no son otra cosa que los sueldos que el trabajador deja de percibir desde que recibe la comunicación de despido hasta que el juzgado de lo social se pronuncia sobre la procedencia del mismo. Si el juez declara despido improcedente o nulo, además de la indemnización, - 35 días por año trabajado porque la de 45 días prácticamente ha quedado para casos extremos de despido radicalmente nulo-, condena al empresario a abonar los salarios que median entre la fecha de baja hasta la de la sentencia. En ocasiones, las cantidades a percibir por tal concepto suelen ser descomunales ya que los juicios por despido, que hace unos años tardaban una media de treinta a cuarenta y cinco días, ahora, debido a los colapsos existentes en los juzgados, tardan el doble o incluso el triple llegando, en algunos casos, a los seis meses. Medio año de sueldos que puede llegar a cobrar el trabajador y que, según la Confederación Empresarial “ para muchos empresarios en apuros disparan los costes hasta límites insoportables”.

En cuanto a la reducción de la indemnización, la CEOE prefiere ser cauta “en estos momentos” y dejar para mejor ocasión, este asunto. En todo caso, la Cúpula Patronal está de acuerdo con el planteamiento que hace la organización catalana Fomento del Trabajo Nacional que preside Joan Rosell, quien, últimamente, se muestra más proclive a un acercamiento a Díaz Ferrán a pesar de que, en el pasado, fue su rival para suceder a José María Cuevas.
Fomento propone un “despido a la danesa”, emulando el sistema danés también llamado “flexiseguridad”. El despido es relativamente rápido y barato pero también es fácil encontrar otro trabajo, y la red social es extensa y de buena calidad. Se estima que unas ochocientas mil personas cambian de trabajo cada año en el país. Las prestaciones de desempleo, cobradas a partir de los tres años en una empresa, pueden llegar a un máximo de cinco años, aunque están sujetas a impuestos y sólo se mantienen si el desocupado demuestra que está buscando activamente trabajo. El máximo que se puede percibir, en algunos casos, llega al 90% del salario.
La CEOE ha efectuado esta oferta a Zapatero y a su ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, además de a los líderes sindicales. A Méndez y a Toxo, Díaz Ferrán les ofrece, a cambio, “mayor flexibilidad” en las negociaciones que llevan a cabo para establecer una banda salarial de referencia para el año que viene. Los sindicatos piden un incremento del 3% y los empresarios hablan de congelación. Si se entrase a hablar de este “reforma” pretendida por la CEOE, se podrían aproximar a las exigencias sindicales.