José Luis Méndez
Larry, tu sabes
05-10-2009 Larry King Live es uno de los programas más antiguos de la televisión norteamericana y su conductor, uno de los entrevistadores más populares del denominado “talk show”. Larry Zieger, que es su verdadero nombre, ha entrevistado a cientos de celebridades en sus 50 años de actividad radial y televisiva y se le calculan, en total, unas 40.000 entrevistas. Su rango de temas y personalidades es casi infinito, desde estrellas del deporte y del cine, pasando por celebridades del espectáculo, la literatura o la moda, hasta científicos, síquicos, observadores de ovnis, farsantes y, por supuesto, políticos. En esta última categoría entró la entrevista realizada a Chávez recientemente, o al menos eso creo, pues en realidad no sé en cual la habrá catalogado Larry King, a pesar de su vasta experiencia.
Con su desparpajo de siempre, del que de vez en cuando se dejaba oír un coloquial “Larry, tu sabes”, en señal de convencimiento, Chávez contestó en la forma que le dio la gana las preguntas del entrevistador, refiriéndose a lo que le convenía cuando la pregunta era amplia, caso por ejemplo de la comprar de armas a Rusia, haciendo comparaciones fuera de contexto cuando el asunto no le era favorable o simplemente exagerando o mintiendo sobre algunos datos en relación con su gestión de gobierno, como ocurrió, por ejemplo, cuando Larry le pregunto porque teniendo esa riqueza petrolera, en Venezuela había tanta pobreza. En ese tipo de entrevistas, es fácil salirse por la tangente invocando superiores propósitos, como por ejemplo el derecho a defenderse o el desarrollo de la energía nuclear con fines científicos, o evadir el punto álgido de la pregunta hablando de lo que hicieron otros, como en el caso del holocausto judío hacer referencia al holocausto de los indios americanos o de los palestinos cometido por los israelitas, e incluso, cambiando de tema. No hay modo pues de contrastar las respuestas en ese mismo momento con la data que las desmiente o con los hechos que las pone en blanco y negro; y así cuando el propio entrevistador le recuerda que Jimmy Carter muestra su desencanto con lo que está ocurriendo en Venezuela, Chávez le riposta que el ex presidente está errado, ya que hace tiempo que no visita Venezuela. Es pues, el público, en este caso millones de televidentes, el único que puede juzgar con los elementos que tiene a la vista, quien habla con la verdad o simplemente miente o la manipula. Yo siento que en el caso de Chávez, esto último quedó claro.
Pero muchos pudieran creer, porque se trata de Bush, lo referido por Chávez sobre que EEUU ordenó asesinarlo, cuando lo cierto es que aquí en Venezuela, eso nunca fue noticia tras los sucesos del 11 de abril del 2002. Lo que difícil de creer para cualquiera que lo haya visto, aun por primera vez, es que justifique sus alianzas, pues en política no hay amistades, con Cuba, Irán, Libia, entre otros, argumentando que no se puede atacar a nadie por sus ideas y que él, Chávez, quiere tener buenas relaciones con todo el mundo. Como si la política fura un coctel donde el comunismo, el capitalismo, la democracia y la tiranía pudiesen conjugarse e ir juntos de la mano. Y qué decir sobre el tema del cierre de emisoras de radio y televisión, del que Chávez respondió que no había cierre, sino aplicación de la ley, o sobre que estaría en el poder el tiempo que el pueblo lo desee.
Después de la entrevista todo es más fácil de entender, Hilary está equivocada, perdida, y “el mundo va a depender de nosotros”…..Larry, tu sabes.
Pero, si finalmente, para Chávez hay dos Obamas, yo me pregunto cuántos Chávez habrá, para los millones de espectadores que lo vieron y escucharon ese día.
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