Costa apuñala a Rajoy

Dicen que Don Álvaro de Figueroa y Torres, primer Conde de Romanones, quiso pertenecer a la Real Academia. Con el fin de asegurarse los votos, libró una visita de cortesía a todos sus miembros. Todos le aseguraron que su voto sería para él. El día de la votación se acercó su secretario y en un aparte le dijo: "Excelencia, traigo malas noticias: no hemos salido". "¿Cómo es posible?", preguntó, perplejo, el conde. "¡Pero si tenía garantizada la elección...!". El secretario se encogió de hombros. "Pero, entonces, ¿cuántos votos he tenido?", inquirió Romanones. "Ninguno, Excelencia", tembló el secretario. El conde se quedó pensativo y luego, cabeceando, se volvió hacia su ayudante: "¡Joder, qué tropa!".

Ya parafraseó una vez Mariano Rajoy al Conde de Romanones, cuando el 29 de noviembre de 2006, en la presentación del libro "La Presidenta", una biografía_vengadora de Esperanza Aguirre, conoció las críticas que la lideresa dedicaba en sus páginas al inefable Ruiz-Gallardón. "¡Joder, qué tropa!", no pudo por menos que exclamar Rajoy. Pero, ¿qué dirá en el día de hoy el líder popular con la puñalada que le ha dado Ricardo Costa? Nada, porque Rajoy se ha vuelto 'Harpo' de la emoción.

No, Rajoy no puede montar ningún circo: ya le han crecido los enanos. ¿Qué tendrá este hombre que la sección pijo-pepera se le subleva siempre, junto a otras? La culpa la tiene la 'mili' de Rajoy: un barrendero de escaleras, aunque sea en los cuarteles de Valencia, no es ni siquiera un cabo furriel, y no digamos ya un general. Y, además, fregaba mal, porque limpiaba las escaleras de abajo-arriba, con lo cual, cada vez que fregaba un peldaño tenía que pisar sobre él para fregar el siguiente: resultado, volvía a ensuciarse el peldaño fregado. Vamos, que ni Abundio. Las escaleras, como todo el mundo sabe, se friegan de arriba abajo y casi siempre en medio de un 'zafarrancho de limpieza', que en argot militar quiere decir una 'limpieza general'. Y si Rajoy hablaba en metáfora, tampoco es válida: vamos, no se va a echar al portero de la finca antes que al administrador general.

Resultado: Rajoy no manda en el PP porque, entre presuntos corruptos y corruptillos, dirigentes pijo_pijos sección pijera, alcaldes malandrines y 'Robones_Hood', trepas iluminados y alguna que otra gente de la dehesa… "¡Joder, qué tropa", y ya van tres. A este paso, el pobre no llega ni al XVII Congreso Nacional del PP, y es una pena, porque Rajoy es de lo mejorcito que se mueve en ese partido, junto a otros nombres como Soraya Sáenz, o García-Escudero, o Báñez, o Nadal… y unos cuantos_muchos_más. Pero hay algunos_cuantos_menos que han empobrecido al conjunto.

La penúltima de Rajoy es la puñalada que ha recibido de Ricardo Costa, el de la división pijo_pijo de la sección pijera de Valencia. Que dice que no se va, que el coche lo pagó él, que el reloj de acero de marras era un timo porque no valía 20.000 euros sino 6.000 -una baratija, vaya-, y que si no rompió ni con "El Bigotes" ni con su empresa Orange Market fue porque ni Rajoy ni Camps se lo pidieron. Es decir, que Rajoy miente -versión Costa, el hermano de Juan- cuando afirma que rompió amarras con estos personajillos de la 'Gürtel' allá por 2004.

Así no se llega a ninguna parte, y Rajoy lo sabe. Pero, ¿qué quieren?, con esos mimbres tiene que hacer un cesto… y así va la cosa.