'Caso Faisán', Garzón 'atornilla' a los abogados

¿Doble vara de medir? No se sabe, pero lo cierto es que si en el 'caso Gürtel', que comenzó a instruir Baltasar Garzón, las filtraciones a determinados medios periodísticos estaban a la orden del día, en el 'caso Faisán' -chivatazo de la propia policía a proetarras para impedir la detención del aparato extorsionador de ETA- ese mismo juez ha tomado medidas drásticas para que todo siga en secreto y hurtado a la opinión pública española.

Como se sabe, el juez Garzón levantó -un domingo- el secreto de sumario que pesaba sobre el 'caso Faisán' y un día después el fiscal pidió el archivo. Al levantar el secreto, el sumario puede ser consultado por las partes; es decir, por las acusaciones populares que conforman la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y Dignidad y Justicia.

Para evitar 'filtraciones' inconvenientes al Gobierno socialista, Garzón ha prohibido que se haga ni una sola fotocopia ni del sumario ni de ninguno de sus folios, ha obligado a los abogados de las partes a firmar un documento de confidencialidad y les ha advertido, además, que si hay una sola filtración los 'entrulla'. Alega el juez que el sumario contiene información sensible para la seguridad del Estado.

¿Qué es lo que contiene el sumario por el 'caso Faisán? ¿Qué es lo que temen Garzón y el Gobierno del contenido de esos papeles? Acaso no sea tanto la personalidad del policía que dio el chivatazo, sino del responsable político que lo ordenó dar y, sobre todo, las personas, partidos e instituciones sometidas a espionaje policial. Este caso amenaza con convertirse en otro auténtico culebrón.