Urkullu, el pacto antiterrorista y los PGE

Un socialista, sólo uno, y alavés para más señas, asistió al desayuno informativo en Madrid del presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu: el presidente del Senado, Javier Rojo. Pero sorprende el dato, dado que el Gobierno de Zapatero necesita de los votos del Grupo Vasco para sacar adelante sus Presupuestos Generales del Estado para 2010.

Había quien aseguraba haber vendido la piel del oso antes de cazarlo; es decir, que el PNV estaba prácticamente 'camelado' para prestar sus votos al Ejecutivo y sacar adelante in extremis unos Presupuestos que todos denigran. Pero no, el oso se mantiene firme y Urkullu ha puesto en Madrid las cosas en su sitio: su grupo parlamentario aprobará sólo sí se dan tres condiciones: devolución del IVA por vehículos importados (450 milloncejos del ala); transferencia de políticas activas a la Comunidad Vasca, y blindaje del Estatuto.

Con esas premisas, hoy por hoy está complicado el apoyo del PNV 'en Madrid', aunque todo dependerá, es de suponer, de la habilidad negociadora del socialista José Antonio Alonso y de su mano derecha en economía Francisco Fernández Marugán.

Por lo demás, pocas novedades las aportadas por Urkullu en su desayuno informativo en Madrid: si acaso, la propuesta aún etérea de formalizar un nuevo pacto contra la violencia etarra que revise desde los acuerdos de Ajuria Enea de 1988 hasta el pacto antiterrorista -especialmente éste- entre PSOE y PP, pasando, incluso, por el Pacto de Lizarra (1998). Para esta labor, Urkullu pide "trabajo integral y en discreción".

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