La alianza civilizatoria nos ha costado 4,5 millones de euros

El senador Luis Peral, que lamentó la habitual falta de respeto con la que "el Gobierno incumple, sus obligaciones parlamentarias", relató cómo registró la pregunta en abril de este año; cómo, transcurridos los 20 días hábiles para su respuesta, la transformó en pregunta oral; cómo, fuera de todo plazo, le llegó una respuesta escrita en la que no aparecía ni una sola cifra, pero en la que se remitía al senador a una orden ministerial que como toda concreción aludía en su apartado financiero a que la alianza “contará con los recursos financieros suficientes”.

La orden ministerial, de enero de 2008, contiene el Plan Nacional del Reino de España para la Alianza de Civilizaciones. Peral, que calificó las 57 medidas contenidas en la orden ministerial que desarrolla la famosa Alianza como “archipiélago de propuestas y ocurrencias”, señaló que se trata de un catálogo de actuaciones “confuso, profuso y difuso, con el que se tiene la sensación de que se ha pedido a cada Ministerio que incluya cosas que tengan algo que ver, aunque sea de rebote, con la alianza de civilizaciones". En su opinión, el resultado final contiene, junto a propuestas solventes, otras pintorescas y claramente improvisadas.

Dinero para el 'Nóbel'

Para el senador popular es incomprensible tanto oscurantismo sobre los aspectos financieros. “Si tan positiva es esta iniciativa, ¿no es bueno que sea transparente?”, preguntó, y añadió que a Zapatero le conviene que se sepa el coste total, “para poderla alegar en su inminente candidatura al Nóbel”.

Con ironía, Peral llegó a preguntarse si “no hay nadie, entre los socios de la alianza, o entre los beneficiarios de la misma, que haga las gestiones necesarias con la civilización que corresponda a los piratas somalíes, para que liberen a los pescadores secuestrados hace ya muchos días”.

También se refirió a la polémica sobre el pirata Abdu Willy, “que un día es menor, otro adulto, y que ha estado a punto de acabar cursando secundaria en Madrid, y, de acuerdo con el punto 1.1. del Plan Nacional de la Alianza de Civilizaciones, aprendiendo los principios y valores de la misma, lo que no le hubiera venido mal”.