La situación de crisis económica mundial ha provocado, entre otrasmuchas cosas, que los viajeros reserven sus vacaciones en el último minuto. Una de las razones estriba en las ofertas de última hora que ofrecen preciosmuy atractivos si se reserva con escasa antelación. Una dinámica que no beneficia a nadie: por un lado impide al turista planificar con tiempo sutiempo de ocio y le lleva, en demasiadas ocasiones, a quedarse sin plaza enel lugar deseado, y, por otra parte, dificulta el trabajo de los hostelerosque no pueden prever su ocupación con el margen necesario para ofrecer elservicio que sus clientes se merecen.
Con este criterio, Paradores ha buscado cambiar la tendencia premiando el‘first minute’ en lugar del ‘last minute’. Entre el 6 y el 19 de octubreofreció a sus clientes tarifas especiales desde 49 euros la noche paraquienes reservaran una estancia en enero o febrero.
El número total dehabitaciones vendidas ha sido de 7.200, lo que ha supuesto una media deventa de 480 habitaciones diarias. La experiencia ha sido tan positiva que Paradores se compromete a repetirlaen el futuro.