Ségolène, sola ante el peligro

      A cuatro dias del voto la candidata socialista Segolene Royal reitera con audacia y determinación en sus mitines y entrevistas las lineas generales de su pacto presidencial, afirmando que « la ley del mas justo debe remplazar a  la ley del mas fuerte » y prometiendo reducir los gastos y privilegios de la Presidencia y del futuro gobierno.

     La campaña de Segolene repleta de buenas intenciones, tropieza por un lado con las críticas de los candidatos de la extrema izquierda,  ecologistas y altermundialistas,  que piden mayor atención  en su programa a la cuestión social  aunque anunciando no obstante un voto útil en la segunda ronda.   Pero el principal escollo con que tropieza la candidata socialista en la recta final de esta carrera viene sobretodo de las maniobras de sus propios amigos socialistas, como Michel Rocard o Bernard Kouchner, que poco convencidos de su posible victoria han tendido ya la mano a una alianza con el centrista Francois Bayrou.

     Dice el proverbio «Virgencita protégeme de mis amigos, que de mis enemigos ya me protejo yo». Segolene Royal ganó las elecciones primarias en el Partido socialista frente a dos dirigentes históricos  de esa formación : Dominique Strauss-Khan y Laurent Fabius.  Se suponia que después de esa batalla interna,  todas las energias y talentos  de todas las tendencias se movilizarian como un solo hombre detrás de la primera candidata mujer a la presidencia en la historia del Partido Socialista. La realidad  está muy lejos de esa esperanza expresada en las primarias. No solamente los « elefantes » socialistas, como les llaman aquí, la han dejado que se las arregle como pueda  sino que ha aparecido ahora una quinta columna de « socialistas »  dispuestos a negociar con la UDF de Francois Bayrou. Segolene está hoy mas que nunca sola ante el peligro, escollo que es mas interno que externo.

     Como observador de esta contienda electoral no puedo sino expresar mi estupor al ver que un ex ministro socialista como Michel Rocard ha propuesto negociar con otro candidato a la presidencial antes de la primera vuelta, como si la elección presidencial ya no fuese proyecto contra proyecto, sino alianzas contra alianzas. Una revisión del modo de escrutinio presidencial francés se impondria ipso facto en  la lógica rocardiana, puesto que antepone las alianzas legislativas a la elección presidencial, lo que parece muy  poco razonable. El también ex ministro Bernard Kouchner ha hundido el cuchillo mas a fondo, al pedir una negociación con Francois Bayrou entre las dos vueltas. ¿Pero quien supone Kouchner que se va a clasisicar  el 22 de abril ? Visiblemente no tiene mucha confianza en la victoria de su candidata.

   Frente a la maquinaria guerrera de Sarkozy que ha concebido su campaña electoral como una locomotora comercial,  Segolene ha hecho frente con audacia intentado imponer su propio estilo y su marca presidencial. De ella ha venido la esperanza de renovación de un PS víctima del síndrome Jospin que padece desde el 2002 la izquierda francesa. El fantasma de una réplica de aquel seismo político marcado por la presencia de Le Pen en la segunda ronda, sigue recorriendo Francia de norte a sur. Para ganar el 22 de abril le hará falta a Segolene Royal en esta recta final un sobresalto importante y movilización general en sus propias filas en lugar de enredos y zancadillas.