Se busca urgente estrategas

A pocos días para que se lleven a cabo los comicios electorales en Bolivia, donde se decidirá varios aspectos, entre ellos lo más destacable, más allá de la elección presidencial del partido gobernante Movimientos al Socialismo (MAS), se busca una mayor presencian en el Congreso, los anhelados 2/3   para poder plasmar la Constitución Política del Estado  puesta en vigencia que tiene un carácter plurinacional donde se incluyen –antes las menorías- hoy las mayorías, a este mestizaje no tomado en cuenta por gobiernos “neoliberales” en el pasado.

Han transcurrido ya 4 años de “gestión” del presidente Morales en las cuales el país ha sido testigo que ésta es una administración que prioriza a las clases “oprimidas” las cuales como respuesta le están dando el respaldo para que continúe en el poder y siga  gobernando por 5 años más,  inclusive se estima que éste será un punto de partida para el presidente-candidato Morales y se empodere en el tiempo, muy propio de esta “manera de gobernar” que se viene imponiendo en algunos países, sobre todo los que bailan al son caraqueño.

Una vez más, los partidos políticos de oposición no dieron la nota, han mostrado la incapacidad y la falta de humildad en no poder organizarse para hacerle frente a este “sunami andino” representado por el partido oficialista.

Las diferentes tiendas políticas conformadas por Reyes Villa (PPB – Convergencia), Doria Medina (UN) y Joaquino (Alianza Social), el resto simplemente no cuentan; no hay podido plasmar un proyecto común, dejar de lado sus diferencias y abocarse por un sentido patriótico y de confrontación a la coyuntura en la cual el MAS  está demostrando gobernar para algunos. Es más, podrían inclusive haberse echo a un lado y dejar que esta hubiese sido una contienda entre indígenas, buscando entre sus filas a la por ejemplo Prefecta de Chuquisaca donde se hubiera dividido el voto campesino y en ese aspecto los “blanquitos” dejarían, por esta vez de ser importantes, sin dejar de ser astutos.  

Está claro que con las candidaturas de  Reyes Villa, Doria Medina y Joaquino (que será regional), el voto se divide y difícilmente se puede alcanzar a la candidatura de Morales ni mucho menos pretender llegar a la segunda vuelta, por lo tanto lo que resta  y se confirmará este 6 de diciembre, es que el gobierno no alcance los 2/3 en el Parlamento y ni pueda lograr la mayoría en Senadores, de este modo se conseguiría un pequeño pero significativo triunfo para esta desorganizada oposición. 

Ahora bien, respecto a las campañas políticas dejaron mucho que desear, se vio ausencia de estrategas y de estrategias, por más que uno de los candidatos repitiera constantemente que tenía un plan, pues ese aspecto no se reflejo publicitariamente hablando.  

La otra fuerza política de oposición, prisionera de su propio acuerdo interno, nunca se mostró con la verdadera fuerza que se podría haber esperando, ni siquiera ha movido los cimientos de esta sociedad fragmentada y regionalizada; el hecho que su acompañante de fórmula este retenido en la cárcel pública a la espera de un proceso ordinario no ha tocado las fibras emocionales de esta sociedad, será tal vez porque no se trabajo adecuadamente, lo que en marketing llamamos, no se produjo un posicionamiento y menos se trabajo la marca. Y esto va más allá de una escaramuza entre bandos y uno espere que el otro recoja el guante, esto ha sido, con la mayor franqueza, una gran metida de mata, en este sentido la oposición se aplazo y bien aplazada. 

El oficialismo en cambio, no ha cambiando su manera de ser, viene haciendo exactamente lo mismo hace 4 años de gobierno. Basta con observar la televisión local para darse cuenta que su aparato comunicacional es lejos lo mejor que tiene este gobierno. Tiene una capacidad de respuesta casi inmediata, más allá del “control” de medios que desearían tener, no hay porque restar esta importante labor que viene implementando el MAS durante su gestión.

Todos estamos conscientes que el medio más masivo es la televisión, vieja práctica que se la aplicaba desde la Alemania Nazi hasta nuestros días, donde el discurso mediático televisivo se sustenta por si mismo y con gran impacto en el vulgo. Si a esto agregamos la falta de sangre en la cara de algunos voceros gubernamentales entonces el paquete es completo ¿Quién podría cuestionar aquello y bajo estas circunstancias? Nadie.

Lo que resta es tener paciencia Zen, esperar que el soberano considere todo lo que entendió durante la campaña electoral y pueda plasmar cuando se encuentre solo y consigo mismo el momento de sufragar, es la única alternativa que queda por un bien democrático, el equilibro de las fuerzas, y los resultados post elecciones den un poco de respiro a  este complicado panorama social y político por el que atraviesa Bolivia en estos momentos. 

*Es publicista con especialidad en Marketing Estratégico.