Brack reemplazará al presidente Alan García, quien optó por no participar debido a que no se vislumbra la posibilidad “de resultados concretos ni vinculantes”.
“Muchos países van (a la cumbre) para salir en la foto, es un show de fotos sin resultados”, comentó Brack en conferencia con la prensa extranjera.
El ministro señaló que por ejemplo el presidente estadounidense Barack Obama participará durante la primera semana de la cumbre, en la que “no se toman decisiones”.
Pese a esto, el gobierno peruano espera que un eventual acuerdo en Copenhague refleje “un compromiso ambicioso y vinculante por parte de los países desarrollados para “la reducción de los gases de efecto invernadero en 45% al 2020 y 95% al 2050”.
VÍCTIMA DE CALENTAMIENTO
“Perú es una víctima del calentamiento global y es un socio para salvar el planeta. Somos el octavo país a nivel mundial más afectado por el cambio climático y nos estamos adaptando”, señaló el ministro Brack.
Hay que recordar que a consecuencia del calentamiento global el 22% de nuestros glaciares se ha derretido y desaparecido en los últimos 30 años, poniendo en riesgo a largo plazo el abastecimiento de agua en la costa.
AYUDA PARA BOSQUES
El ministro mencionó que el Perú centrará sus esfuerzos para combatir el cambio climático en la conservación de sus bosques y en la necesaria cooperación internacional para lograrlo. “Es una propuesta proactiva: conservar los bosques primarios de la Amazonía y reducir la deforestación hasta cero en diez años”.
Para esto necesitamos 20 millones de dólares de los que la cartera del Ambiente pondrá una cuarta parte, y países como Finlandia y Japón ya han garantizado el dinero restante.
Para Brack, el actual sistema de explotación de bosques “es malicioso, pues consiste en talar bosques para hacer agricultura”. Ante esto propone desarrollar un modelo alternativo basado en el ecoturismo o la recolección de productos autóctonos. Otros flagelos son el narcotráfico y la minería ilegal.
La importancia del encuentro es que los países deben preparar futuros objetivos para reemplazar los del Protocolo de Kioto, que termina en el 2012.
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