Construir la paz

“Construir Europa es construir la paz”, dijo hace medio siglo Jean Monnet. Hoy, con los avances que la Unión está consiguiendo en materia de Seguridad y Defensa, podemos afirmar que las palabras del fundador de Europa están más cerca que nunca de ser una realidad.

Desde hace diez años, Europa ha realizado importantes progresos en la construcción y desarrollo de una política exterior creíble y eficaz, y ello ha sido posible en gran medida gracias a la existencia de la Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD). La PESD ha servido para corregir un déficit histórico de la construcción europea y ha convertido a la Unión en una herramienta única para afrontar las crisis internacionales, al añadir a la Diplomacia y a la ayuda al Desarrollo, el tercer ámbito de respuesta fundamental: la gestión de crisis.

España se ha mostrado siempre favorable a la consolidación y al desarrollo de la Política Europea de Seguridad y Defensa. Hemos sido uno de los países que más la han impulsado, tanto desde el punto de vista político como práctico. En este sentido, no sólo hemos manifestado la voluntad de actuar, sino que también hemos realizado importantes esfuerzos para garantizar nuestra capacidad para aportar los medios militares o civiles necesarios.

La propia Directiva de Defensa Nacional 1/08 dispone que “España promueve e impulsa una sólida Política Europea de Seguridad y Defensa, dotada de capacidades civiles y militares necesarias para hacer frente a las situaciones de crisis, cuando así se demande, y contribuir eficazmente a la paz mundial, de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas”.

Vamos a asumir la Presidencia en un momento crucial para la Unión Europea. La entrada en vigor del Tratado de Lisboa y su posterior puesta en práctica influirá decisivamente en el desarrollo futuro de la dimensión de Seguridad y Defensa de Europa. El nuevo texto proporcionará a la Unión el marco jurídico y los instrumentos necesarios para resolver de forma más eficaz los retos del futuro y dar mejor respuesta a las exigencias de los ciudadanos.

Con estas premisas, estamos trabajando en una serie de objetivos en materia de Seguridad y Defensa para nuestra Presidencia a fin de lograr avances institucionales; desarrollar las capacidades y consolidar el enfoque integral en la respuesta a las crisis. Los objetivos en los que trabajamos seguirán el impulso dado a esta política por la Presidencia de Francia y los resultados de la Presidencia de Suecia, con la que hemos mantenido contactos permanentes. Asimismo, estos objetivos se definen en coordinación con los dos países que asumirán la Presidencia tras España, Bélgica y Hungría, con los que se está articulando un programa de lo que se ha llamado “tripresidencia”, que permitirá dar mayor continuidad y coherencia al proceso.

La nueva Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, dirigirá la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD). Esto constituirá un nuevo avance institucional en la consolidación y desarrollo de este ámbito de la Unión Europea. España desearía que, además, se estudiase la posibilidad de fortalecer las reuniones de Ministros de Defensa. Entre otras cosas, esta medida facilitaría la toma de decisiones por parte de los titulares de Defensa de la Unión en nuestro ámbito de competencia.

Consideramos, además, que las capacidades que están a la disposición de la Unión Europea pueden mejorarse. Bien mediante el desarrollo de la Cooperación Estructurada Permanente, prevista en el Tratado de Lisboa; bien  mediante la mejora de las ya existentes, como las Agrupaciones Tácticas de Combate o Battlegroups. En este mismo sentido, creemos que la Agencia Europea de Defensa debe potenciarse y jugar un papel creciente en el desarrollo de las capacidades.

La Cooperación Estructurada Permanente permitirá que aquellos países que quieran y puedan, es decir, que reúnan una serie de requisitos en materia de capacidades militares, puedan ponerlas en común y mejorar su eficacia en la gestión de crisis.

Agencia Europea de Defensa e industria europea

España planteará los debates iniciales que marcarán el desarrollo futuro de esta cooperación. En cuanto a los Battlegroups, éstos son un elemento clave de la  respuesta rápida de la Unión Europea y han resultado una herramienta muy eficaz de integración, al potenciar la cooperación militar entre diversos países de la Unión. No obstante, España considera que deben proseguir los trabajos para mejorar y perfeccionar los mecanismos que faciliten su empleo.
Finalmente, el desarrollo de las capacidades necesarias para apoyar un adecuado desarrollo de la PCSD requiere del concurso de dos actores fundamentales: por un lado, están la Agencia Europea de Defensa (EDA) y  otras organizaciones europeas del ámbito del armamento; y por el otro, está la industria de Defensa europea. España considera que la EDA debe avanzar en todas sus áreas de actividad, como el planeamiento de capacidades, la cooperación en tecnología e investigación, y la definición y el lanzamiento de programas en colaboración. Además debe impulsar el debate sobre la industria de Defensa europea, analizando su situación actual, evaluando cómo contribuir a su competitividad mediante la innovación, investigando líneas futuras de actuación y reexaminando sus relaciones con la EDA.

Más allá del interés por lograr avances institucionales o por mejorar en el desarrollo de capacidades, deseamos que el enfoque integral de la seguridad quede reflejado en las políticas de la Unión y también en los teatros de operaciones donde concurren otros actores. En un mundo en el que los medios militares no bastan para lograr una gestión eficaz de las crisis, es preciso asegurar que todas las políticas, los distintos instrumentos y la acción  consiguiente sobre el terreno están coordinadas.

Coordinación a tres niveles

Esto debe asegurarse a tres niveles: la coordinación entre capacidades civiles y militares; entre los instrumentos e instituciones de la Unión y, por último, con otros actores con los que trabajamos en los diferentes teatros de operaciones. La presidencia sueca se ha centrado en la búsqueda de sinergias entre los procesos de desarrollo de las capacidades civiles y militares. España pretende continuar este debate y dar un salto cualitativo, mediante el desarrollo de  determinadas capacidades, como el adiestramiento de tripulaciones de helicópteros o las medidas contra los dispositivos explosivos improvisados.

Por otra parte, España está convencida de que la cooperación entre las distintas políticas e instituciones de la Unión Europea será beneficiosa para el conjunto de los ciudadanos y garantizará mejor su seguridad. El ámbito marítimo es un claro ejemplo de ello. Por esta razón, potenciaremos el estudio de sinergias y oportunidades derivadas de la cooperación entre dos de las principales políticas europeas en el ámbito de la seguridad marítima: la Política Común de Seguridad y Defensa y la Política Marítima Integrada de la Comisión.

Finalmente, la Unión Europea y la Alianza Atlántica desarrollan de forma creciente y simultánea importantes esfuerzos en los teatros de operaciones. En este sentido, para garantizar el éxito de las misiones, es esencial que ambas organizaciones, con 21 Estados miembros en común, actúen como socios estratégicos y se continúe mejorando la relación entre ambas, tanto a nivel institucional como técnico. España seguirá trabajando para lograr dicho objetivo. Del mismo modo, los países mediterráneos compartimos amenazas y desafíos a nuestra seguridad. Por ello promoveremos la reflexión y el debate sobre cómo asociar más a estos países a la PCSD y mejorar la cooperación  en este ámbito.

En definitiva, durante su Presidencia España se ha planteado objetivos en materia de Seguridad y Defensa que son realistas, y a nuestro juicio, alcanzables. Ante todo, nuestro trabajo se guiará por tres criterios: el consenso, el pragmatismo y la flexibilidad. Sólo así lograremos avances reales y sostenidos para acercarnos al objetivo final: una Europa segura en un mundo  mejor.

Carme Chacón
Ministra de Defensa
Artículo escrito para la Fundación Ideas para el Progreso, cedido a Diariocrítico