Durante una presentación en el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Brownfield también insistió en que el acuerdo no fue producto de presiones por parte del Gobierno de Colombia.
Asimismo, defendió el acuerdo militar pactado entre Washington y Bogotá, que permite a Estados Unidos el uso de hasta siete bases militares en territorio colombiano, informó Efe.
"No se está negociando un acuerdo secreto y si lo hubiera, no estoy al tanto. Nada ocurre en mi embajada sin que yo sepa algo de eso", afirmó Brownfield.
"Categóricamente no, no se está negociando un acuerdo secreto", insistió el diplomático, quien hizo un repaso de las principales lecciones aprendidas del Plan Colombia contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Por otra parte, rechazó un informe de la revista The Economist de la semana pasada en el sentido de que el acuerdo militar, que moderniza uno bilateral de 1952, fue pactado a insistencia de las autoridades colombianas.
En ese sentido, Brownfield explicó que en el segundo semestre de 2008, el Gobierno de Washington propuso un acuerdo de cooperación con Colombia que, en realidad, era para modernizar el que ya estaba en vigencia.