El ministro de Exteriores ofrecía, el pasado miércoles, una tumultuosa copa de Navidad al personal de su Ministerio, a diplomáticos y a periodistas que siguen sus avatares, todos mezclados. Era la última de estas fiestas que agitan a políticos y periodistas en estas fechas. Moratinos lanzó un discurso inusualmente largo, flanqueado por sus secretarios de Estado y por la subsecretaria, María Jesús Figa. Y allí permaneció hasta pasadas las tres de la tarde. Pero no se retiraba a descansar precisamente: lo cierto es que el jefe de la diplomacia española ha permanecido en contacto telefónica con “decenas” de personas, entre ellas el propio presidente de Mali, Amadou Tomari Touré, en relación con el secuestro por Al Qaeda de los tres cooperantes españoles en Mauritania. También el CNI y Defensa están especialmente alerta estos días para tratar de resolver la angustiosa situación de los tres cooperantes, si bien ya parece claro que lo que los fundamentalistas islámicos quieren es un rescate económico. Los contactos, como cuentan hoy El País y El Mundo, ya han comenzado, de manera indirecta, a través de un jefe tribal del norte de Mali. Y Moratinos, cómo no, está puntualmente informado de la marcha de este último ‘affaire’ que afecta tanto a su Ministerio, aunque no por culpa del ministro precisamente.
> Lea la información
> Vea el resumen de prensa ‘Lo que lee el presidente’
Si (
No(
