Una de ellas es María Bazurto, natural de Huancayo, quien se encuentra en el aeropuerto de Barajas junto a su pequeña hija Ciara, de apenas siete meses de edad, y su otra hija Jocelyn, de diez años.
“Teníamos pasajes para el 27 a las 7 de la mañana. Vinimos desde Barcelona. Hemos dormido aquí (en el aeropuerto). Vamos a esperar que nos den una solución. Queremos ver a nuestros familiares, llevamos casi 5 años sin verlos”, contó María.
En el terminal aéreo también está Gustavo Palomino, un iqueño que vive en Cataluña. Él es uno de los compatriotas que pasó la Navidad en el aeropuerto. “Tenía pasaje para el 25. Incluso renuncié a mi pasaje de regreso para poder ver a mi familia, pero igual no he podido viajar. Voy a seguir durmiendo aquí hasta que nos den una solución”, afirmó Palomino.
Detrás de él, se puede apreciar a los latinos varados, muchos de ellos peruanos, protestando por la incertidumbre de su situación. “¡Queremos viajar!”, gritaban.
COMPATRIOTAS VARADOS PROTESTARON
Más temprano, una gran cantidad de peruanos increparon al embajador en España, Jaime Cáceres Sayán, por no darle solución a su problema. El mismo diplomático dijo en ese momento que para afrontar la situación, se estableció un orden de prioridades, como los adultos que viajaban con niños, y se hizo “con la mejor voluntad”.
Hoy llegará el último vuelo fletado a las 4 p.m., con el grupo de peruanos que sí ha tenido la suerte de viajar a la capital.
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