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Ucronía

Ucronía

martes 05 de enero de 2010, 13:40h
    Ucronía. Término utilizado por los autores de ficción para  describir la historia si los acontecimientos que la producen fuesen diferentes a los sucedidos en realidad. Pues vamos a poner un ejemplo de ucronía.

   Últimos días de mandato de José María Aznar. El Presidente decide neutralizar España en la guerra que George Bush, tras  el 11-S, ha iniciado contra el terrorismo. Aznar no formará parte de los "aliados beligerantes". España no participará en la invasión de Afganistán ni mandará los "contingentes humanitarios" a la guerra de Irak. No habrá "foto de las Azores" y, por consiguiente, las franquicias de Al Qaeda deciden no atentar contra el País. El ataque a los trenes de cercanías en la madrileña estación de Atocha, el 11 de marzo de 2004, no se produce. Y las circunstancias de todos conocidas, - la imposible relación de ETA con el crimen, las manifestaciones en contra de la guerra, las presuntas consignas de medios mas o menos afines al PSOE-, no se producen. Rajoy espabila, deja de hacer campaña desde la poltrona, se echa a la calle y, tal y como está previsto, el PP vuelve a ganar. Rajoy es presidente de Gobierno.

    Cinco años después. Rajoy revalida mayoría suficiente como para seguir gobernando un país próspero cuya economía, de la noche a la mañana, se derrumba como un castillo de naipes por obra y gracia de un engaño, uno más en la historia de este país, mediante el cual se nos hace creer que tenemos un modelo productivo capaz de generar riqueza sostenible en el tiempo, y puestos de trabajo estables.

   No es así. El modelo económico español, basado en una actividad tan endeble como es la construcción, se hunde. En 2009 nos acercamos a cuatro millones de parados. En sólo un año, casi 800.000 personas pasan por las oficinas de empleo, el sistema financiero se hunde como consecuencia del excesivo crédito al sector inmobiliario. Las entidades financieras apenas sobreviven gracias a las inyecciones de liquidez del BCE al eurosistema. No es un problema sólo de España. Todo el mundo atraviesa por una situación que ni los más viejos del lugar recuerdan. Sólo los historiadores la comparan con la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado.

   Y aquí, Rajoy, y su ministro de Economía, Cristóbal Montoro, no saben que hacer. La economía, tras un periodo de recesión, se estanca, el paro se acerca al 20% de la población activa y el déficit alcanza un alarmante 10% del Producto Interior Bruto, el grado de endeudamiento es de tal calibre que las agencias de calificación crediticia empiezan a pensar en la posibilidad de rebajar la misma al Reino de España. Los inversores huyen de la financiación a España como de la peste. Todo igual a lo que está pasando, como se puede comprobar.

   Entonces, ¿Dónde está el truco? ¿Por qué ni la derecha ni la izquierda tienen fórmulas para sacarnos de la situación que vivimos?  Muy fácil. Porque la clave está en que la política económica está prácticamente en manos de la Unión Europea. Las grandes decisiones en materia empresarial se toman en Bruselas, las monetarias en Francfort, sede del BCE, y para las autoridades locales apenas queda la política fiscal. Claro está que este instrumento es difícil de utilizar por las consecuencias directas sobre la ciudadanía: Por ejemplo, Rajoy dice que bajaría los impuestos y esto es imposible porque no hay margen de maniobra. Porque la presión fiscal en España es muy inferior a la de la media de Europa.

   Subir los impuestos parece más realista y si Rajoy estuviese en el poder, y su "ministro en la sombra", Cristóbal Montoro lo sabe, dada la situación no quedaría mas remedio que hacer lo que se ha hecho. O se suben los impuestos indirectos,  decisión que tendría un pequeños impacto, o se suben los indirectos, y en especial el IVA teniendo en cuenta que el tipo impositivo de este impuesto es  entre dos y tres puntos menor que en las llamadas "potencias europeas", Francia y Alemania principalmente.

   Se podrá decir que se puede ahorrar dinero en los "planes E"  El dinero utilizado en esos incentivos apenas es comparable con el enorme gasto que supone pagar  la nómina del INEM. A Rajoy le quedaría la posibilidad de suprimir esta protección social. ¿Sería capaz? Las consecuencias de una decisión semejante la hacen impensable.

   Total que si utilizamos la ucronía histórica, si ponemos a Rajoy al frente del Gobierno de España un mes de enero de 2010 nos encontraremos con una situación económica parecida a la existente con el gobierno de Zapatero.

   Ahora bien, otra cosa diferente son las formas de encarar la crisis. Ahí no hay ucronías que valgan ya que la reacción del ser humano es  muy diferente en situaciones parecidas por muchos programas que se les haya diseñado.
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